Hubo un tiempo en donde no sabíamos dónde estaban las personas que nos interesaban. No había teléfonos móviles, por lo que no podías contactarlos y mucho menos rastrearlos. Cuando alguien te gustaba había dos opciones, una era que tuvieras la suerte de que asistiera a tu misma escuela, la otra, es que no. En cualquier caso, tenías que esperar para verle.
Si bien el contenido es gratuito debes registrarte para acceder
Para formar parte de la comunidad y tener acceso debes llenar el registro.
Entra si ya eres miembro.