En el artículo anterior, cuando hablábamos de la revolución Bitcoin concluí que: la verdadera relevancia no era la criptomoneda, sino lo que estaba por venir, la disrupción en todas las actividades humanas (economía, política, cultura, arte, música, deportes, sociedad, etc), provocada por una tecnología que revolucionará todo: el Blockchain.
En este artículo hablaremos a fondo sobre el fenómeno NFT (Non-Fungible Tokens). Te recomiendo que tomes una bebida caliente, tomes una libreta para tomar apuntes (tomarás muchísimos), te sientes en tu lugar de concentración porque el entender este tema, podrá ser determinante para tu futuro profesional, personal y financiero. En BCI no solo hemos analizado este tema, sino que hemos activado proyectos NFT para experimentar por completo el fenómeno.
¿Qué es un NFT?
Las NFT (Tokens No Fungibles o Non -Fungible Tokens por sus siglas en inglés), son activos criptográficos basados en Blockchain con códigos de identificación y metadatos únicos que los distinguen entre sí. Es un objeto virtual, que puede ser un dibujo, una animación, una pieza musical, un diseño arquitectónico, un modelo de negocio, un meme, un tweet, un gif, una fotografía, un clip de video, un avatar, un art toy, etc; al que se le asocia un certificado de autenticidad. Toda esa información está incluida en una base de datos / inventario en Blockchain.
Aquí viene una diferencia importante respecto al “Bitcoin” (porque todo mundo piensa que Bitcoin y NFT es lo mismo). Un bitcoin es igual a cualquier otro bitcoin, y por tanto “fungible”, por ejemplo, si tu tienes un billete de $100 dólares y yo te lo cambio por cinco billetes de $20 dólares, no te vas a enojar porque en conjunto tienen el mismo valor. Es decir, es fungible. Las criptomonedas como Dogecoin y Ethereum también son fungibles: puede intercambiar fácilmente un Bitcoin por otro sin problemas. Pero un NFT no tiene igual (por esa razón no es fungible).
No fungible, describe un bien único y exclusivo que no se puede intercambiar fácilmente por otro bien dentro de la misma clase de activos. Los tokens no fungibles también son indivisibles. Esta posibilidad ha despertado una hipótesis interesante: la venta o el intercambio de archivos digitales como objetos de “colección”. Ese poderoso imán ha traído a “coleccionistas” que venían especulando en mercados artísticos con objetos físicos, pinturas, esculturas, botellas de vino y sneakers. Pero ahora, en lugar de objetos físicos son “archivos digitales” que sí se pueden replicar. Piensa en un “meme de Internet”, que puede ser un archivo en .jpg, .gif o .png que cualquiera puede bajar, copiar y publicar en sus redes sociales. Con un NFT tú puedes comprar un certificado de autenticidad (que solo tú tendrás), que comprueba que el “propietario de ese meme” o de ese archivo digital, eres tú.
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