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Bookshake – BrandOffOn

Llegó a nuestras manos esta fascinante libro de Andy Stalman, mejor conocido como “Mr. Branding” en varios países del mundo. Andy nos presenta una visión sobre: qué significa tener una marca, qué ha evolucionado respecto al Branding tradicional, pero llevado a un instante en donde el mundo digital ha llegado para renovarlo todo.

Pienso a nivel personal diseñar una “marca” es e más relevante incluso que diseñar un producto o servicio. En «BrandOffOn» Andy nos lleva a una viaje intelectual en donde nos muestra el poder de la revolución digital y el reto del impacto cultural que tienen las nuevas marcas. En palabras de Andy: el marketing sin Branding no tiene alma. El Branding sin marketing es mudo, no tiene voz. Y no puedo estar más de acuerdo con él.

Lo que leerán a continuación, es una colección de las mejores ideas rescatadas de este libro fascinante, que es ya una referencia personal de alto valor en temas de diseño de marcas, cultura digital, cultura de compañías y sin duda, una visión totalmente clara de lo que está sucediéndole a las empresas, gobiernos y personas en la actualidad.

BRAND

Para Andy, el branding además de sus funciones esenciales, debe ayudar a instalar los cimientos de un mundo mejor. La necesidad de que hombres y empresas evolucionen de forma paralela. Y no sólo desde el punto de vista de la eficiencia. Absolutamente necesario que se ubique el eje de esta revolución al ser humano. BrandOffOn es un neologismo creado adhoc y que proviene de la fusión de brand (marca), off (mundo físico) y on (mundo digital). Representa un modo de ver y hacer la cosas en este nuevo mundo que a lo largo de las páginas de este libro denomina “Era Digital”. Una cosmovisión marcada por el convencimiento de que el cambio ya está aquí y la única posibilidad de afrontarlo con éxito es estar preparado para combinar las dimensiones online y offline. Jorge Luis Borges decía, todas las palabras fueron alguna vez un neologismo.

De acuerdo a Andy la era digital ha convertido al mundo en una aldea digital. En donde el talento debería ser el verdadero motor de la transformación que vivimos. No la tecnología. Las marcas del siglo XXI ya no pueden dedicarse solamente a cumplir con su rol de diferenciación y de creación de valor, sino que además, tienen que participar en la construcción de una sociedad más justa. Andy piensa que la educación seguirá siendo el factor diferencial de desarrollo para cualquier sociedad. Las ideas e iniciativas de la comunidad para adaptarse al nuevo entonar y el potencial que la tecnología pone al servicio de la educación, pueden converger para desarrollar el capital humano que tiene que forjarse, principalmente en las aulas. Incluso el futuro que deseamos deberá basarse en formas jóvenes creativos, estimulados e ilusionados. En el caso de los gobiernos, empresas e instituciones se necesita una estrategia que se apueste fuertemente por la educación. Andy critica «el método de caso» vigente desde hace casi un siglo, cuando la Universidad de Harvard lo adoptó. Sin embargo, aunque útil, obliga a mirar permanentemente hacia atrás.

Andy resalta que las marcas han evolucionado. Se han instalado como un elemento más en nuestras vidas, en paralelo al desarrollo económico, como referentes, modelos, ejemplos, íconos. Pero también las marcas han sufrido una profunda transformación en su forma de comunicar y, fundamentalmente, en la relación que mantienen con su público. La interacción será determinante en este siglo. Brian Solis menciona que los consumidores tienen en sus manos el control del mundo, y esto requiere un nuevo planteamiento, Solis plantea un concepto en su libro “Engage” llamado darwinismo digital, en donde las marcas que puedan adaptarse al cambio, sobrevivirán. Debemos dejar de actuar como profesionales del marketing y hacerlo como seres humanos.

“Lo que identificamos fue algo en común que tenemos todos los seres humanos: la necesidad de compartir”
Mark Zuckerberg

Andy menciona que este fenómeno de la interconexión planetaria apuntalado por las nuevas tecnologías nos posiciona como humanidad en una segunda globalización con una cultura de tercer tipo, una especia de hipercultura transnacional, que Gilles Lipovetsky y Jean Serroy han denominado «cultura mundo». Thomas L. Friedman lo llama “Globalización 3.0” sobre los tres etapas de la globalización:

El futuro de esta sociedad global fusionado en On+Off se desarrollará en una era que supondrá la evolución de la Edad Contemporánea hacia otra de rasgos renacentistas y futuristas, y en la que el factor humano, paradójicamente, volverá a marcar la diferencia. Tendremos personas que desarán compartir, evolucionar e interactuar en libertad y sin temores. Una especie de utopía en pleno siglo XXI. Para Andy una utopía sirve para caminar.

Todo este contexto genera incomodidad en las marcas y en las organizaciones. Lo desconocido, lo nuevo, es antropológicamente rechazado. Es incómodo y saca a las empresas de su zona de confort. Sin embargo no se pueden desarrollar planes de negocio, de marketing o de Branding sin comprender el contexto pasado, la coyuntura y especialmente hacia dónde nos dirigimos (o queremos dirigirnos). Internet es el nuevo Pangea. Una nueva era ha comenzado. De nosotros depende haciendo dónde evolucionamos.

En esta era multimediática, la novedad en Branding no es el storytelling o la experiencia o lo emocional. El gran cambio es la irrupción de las tecnologías digitales. Pero en paralelo les está ofreciendo posibilidades de comunicación, negocios, análisis, información e intercambio como nunca antes en la historia. La adopción de nuevos usos y costumbres comienza siempre por la gente y luego, es seguida por las grandes instituciones, tales como empresas, gobiernos y otras organizaciones. La novedad para las marcas es el apasionante y complejo reto de la integración entre el offline y el online, en todos los niveles, desde la estrategia hasta la implantación, desde la dirección general hasta los becarios. Veinte años después de la aparición de internet todavía estamos en una época de descubrimiento de lo digital y de redescubrimiento de la persona.

Más que en tecnología, las marcas deberían focalizarse en la psicología, la sociología y la antropología. La tecnología es el nuevo posibilitador, pero siguen siendo esenciales los creativos, los que generan el contenido, los que saben contar buenas historias. El Branding sigue siendo el de siempre, pero como nunca antes. Se pensaba que para vender había que comunicar valor, pero ahora todo se enfoca a crear valor para los clientes. La premisa negativa de hacerle creer a la gente que quiere algo para que lo compre debe ser reemplazada por una estrategia que ayude a los clientes a tomar mejores decisiones. Los nuevos medios sociales son aplicaciones que generaron una necesidad profunda de la gente de ser escuchada.

En esta Era Digital, existen cuatro aspectos en el desarrollo de los negocios que se impulsan con mucha fuerza. Ellos son: la cooperación, la cocreción, la colaboración y la comunicación. Como resultado se obtendrá el éxito compartido también llamado co-éxito, que es igual a la suma de conocimientos y de inteligencia colectiva. Se debe determinar qué debería tener más peso en la estrategia de las marcas, el marketing o el branding. La respuesta es las dos, brandketing. Ni Branding ni marketing, lo que el universo de las marcas necesitan es brandkerting. La integración de mundos, la suma de conocimientos, el aprovechamiento de lo mejor de cada especialidad. El marketing sin branding no tiene alma. El Branding sin marketing es mudo, no tiene voz.

En los mercados más maduros, el público no quiere comprar productos, sino que prefiere consumir experiencias. Oscar Wide tenía un pensamiento: Vivimos en una época en la cual las cosas innecesarias son nuestra única necesidad. Las marcas están ocupando un lugar central en la cotidianidad del ser humano, redituando sus hábitos y estableciendo nuevas reglas. Pasar de la idea de vender a la de intercambiar, así como sustituir el concepto de clientes por el de fans o transformar las estructuras rígidas y conservadoras del pasado por otras más flexibles, abiertas y conectadas. Trabajar en la construcción de la relación con la comunidad, crear la conversación, ser honestas y emocionantes. Tom Peters menciona: una gran marca es una historia que nunca se centra del todo.

Rolf Jensen, director del Copenhagen Institute for Futures Studies menciona: a medida que la información y la inteligencia caen en el dominio de la informática, la sociedad dará un valor nuevo a la única capacidad humana que no puede automatizar: la emoción. La imaginación, el mito, el ritual son el idioma de la emoción, desde nuestras decisiones de compra a la forma en que trabajamos bien con los demás. Las empresas prosperarán sobre la base de sus historias y mitos. Las empresas tendrán que comprender que sus productos son menos importantes que sus historias.

“El mundo no necesita más productos mediocres”
Mark Parker, Presidente y Consejero delegado de Nike

Para Andy todos somos una marca, todos comunicamos. El Branding no trata de las cosas que vende, sino de las historias que cuenta. Es el corazón del contenido y de la comunicación. Storytelling: mensaje, trama, conflicto y personajes. La gente no quiere comprar productos, quiere consumir experiencias. Quiere ser parte de las historias. Contar historias ha sido una manera de definir la identidad de una comunidad, de una tribu, de transmitir sus valores y ayudar a establecer su reputación frente a las tribus rivales. Compartiendo historias definimos quiénes somos y qué defendemos. En muchos sentidos, las marcas se parecen a las tribus: las historias circulan dentro y alrededor de una compañía dibujando su cultura y sus valores, sus héroes y sus enemigos, lo bueno y lo malo, tanto hacia sus empleados como hacia sus clientes. Hay que encontrar algo inimitable.

“Solo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia y es no aprender de la experiencia”
L.J. Peter

La principal diferencia entre las marcas que apelan al precio y las que apelan a la diferenciación por beneficios intangibles, es que las primeras son funcionales, resuelven un problema concreto, que cualquier otra de su competencia puede aportar. Las que no apoyan su estrategia en precio, generan sueños, deseos, sentidos de comunidad, hacen que uno las siga para ser parte de su mundo.

“Cuando soplan los vientos de cambio, algunos levantan muros y otros construyen molinos”
Proverbio chino

Para Andy necesitamos no perder de vista la reputación. Este es un cambio de paradigma. Propone las 5C`s del Branding: contenido, confianza, consistencia, coherencia y constancia. Las marcas más exitosas ya no patrocinan eventos, ahora son el evento. Podemos poner el ejemplo de RedBull. Las marcas se transforman en medios para comunicar sus historias. Surgen dos expresiones: el branded content y el brand journalism (periodismo de marca).

La era digital es una de las mayores revoluciones en la historia de la humanidad y nosotros somos sus protagonistas. La administración y gestión de la información es hoy casi más importante que la propia información. Somos ricos en información pero pobres en tiempo (y yo agregaría, miserables en entendimiento y adopción). El tiempo es y será, nuestro recurso más preciado. Para Andy existe un nuevo tipo de consumo e interacción. La moneda de los medios de comunicación social es la “confianza”. Una marca es tan buena como su palabra (transparencia).

El concepto de público ya quedó desactualizado, hoy corresponde más hablar de audiencias, aquella parte del público que está dispuesta a recibir el mensaje que se transmite, que espera de las marcas respuestas, soluciones o contenidos específicamente dirigidos a ellos. Las reglas del juego han cambiado con la explosión digital. Ya no basta con producir y distribuir, la comunicación entre empresas y clientes se ha convertido en el eje principal del mercado. Ya no basta con mostrar, con comunicar, con estar. Se debe conectar, interactuar, enamorar, seducir, conquistar.

Para que una empresa pueda sobresalir, es imprescindible guiar el desarrollo de la marca en cinco líneas básicas:

La metodología que apliquemos a las empresas deberá enfocarse a generar entornos creativos y a innovar con nuestros usuarios. Las marcas no pueden permitirse el lujo de esperar a que surja la oportunidad ni dejar que sean otros los que marquen la dirección del camino a seguir. Se encuentra en una ocasión perfecta para redefinir su presente y también cambiar su futuro. A esto, Andy le suma cinco valores esenciales: simplicidad, transparencia, cercanía, sostenibilidad y accesibilidad. Yo a nivel persona a esto le agregaría: relevancia, confianza, relación e influencia. Un nuevo mundo necesita nuevas ideas, nuevas estrategias y fundamentalmente nuevos conceptos. Para todo ello es necesario cambiar de mentalidad.

No existe una transformación del consumidor tradicional al consumidor digital, sino que se trata de la misma persona, con acceso a más canales, más información, más oportunidades y alternativas. El consumidor no es más inteligente con la tecnología, pero es más informado. Las marcas no son conscientes de los profundos cambios económicos, culturales y sociales. La personalidad de su compañía y su identidad se convertirán en el factor más significativo a la hora de elegir entre una empresa y sus productos, y otra. En esta nueva era existen cuatro clases de marcas:

Vemos a la marca como la reputación de la empresa. Su pasado, su trayectoria, su postura, su propósito, su relación con nosotros y el valor para resolver los problemas. La marca es una herramienta esencial para la diferenciación de un producto, servicio, empresa u organización. Definitivamente uno de los activos más importantes de un negocio competitivo. La marca es una herramienta estratégica y clave para el éxito del negocio. Se le da la misma importancia al Branding que a los recursos humanos, la I+D, la gestión financiera, la logística, el marketing o la manufactura. Hay dos factores: la integración de las nuevas tecnologías en la organización y el cambio de mentalidad. Evgeny Morozov advierte que la tecnología inteligente nos vuelve más tontos.

En su libro “Una nueva mente”, Daniel H. Pink describe tres motivos por los que el diseño se ha convertido en una capacidad esencial para la realización personal y el éxito profesional:

Me apasiona cuando Andy llegó a una referencia de 1907, en donde industriales, arquitectos, artistas, comerciantes, periodistas y pedagogos definían al diseñador como el agente de cambio en la industria moderna. Así se creó la Bauhaus (proyecto que ha definido todo lo que hacemos en Blackbot, BlackSchool y la BCI). En 1919, el arquitecto Walter Gropius, fundaba en Weimar, la Bauhaus, escuela de arquitectura, artesanía y diseño; cuyo programa programa buscó restablecer la unidad y armonía entre las distintas actividades del arte, entre todas las disciplinas artesanales y artísticas, para transformarlas en algo completamente acorde a una nueva concepción de la arquitectura. Esa idea ha trascendido hasta nuestra época.

Sir Ken Robinson decía: Si no estás dispuesto a equivocarte, nunca llegarás a nada original. Peter Behrens afirmaba que: la técnica a la larga, no puede considerarse como una finalidad en sí misma, sino que adquiere valor y significado cuando se le reconoce como el medio más adecuado de la cultura. Se anticipaba así a la conceptualización actual del diseño como expresión material de la cultura, con toda su carga de simbolismo e identidad que da presencia en los mercados y medios de comunicación. En palabras de Steve Jobs, el diseño es como el alma de todo lo creado por el hombre.

La mayoría de los Directores Financieros y todavía muchos consejeros delegados son muy escépticos sobre el beneficio de invertir en la “marca”. La única forma en como la entienden es con el “brand value”. Pero ¿cómo se calcula su valor? Por un lado son los ingresos, las ganancias, los activos y algunos aspectos financieros. Además de la longevidad, la internacionalización, la notoriedad, la calidad percibida, la identidad, la fidelidad, la influencia, el respaldo legal, la inversión en publicidad y presencia de marca además de la relación con el mercado. Sin embargo el concepto clave en Branding es el “valor” no el precio. Cuando todo se vuelve un commodity, la marca emerge como el gran diferenciado. En esta era Digital el concepto BrandOffOn se posiciona como la síntesis de las estrategias de marca.La simbiosis entre online y offline, que pocos imaginaban, converge en los buenos negocios. En internet, las grandes marcas no consiguen lo que desean, sino que reciben aquello por lo que luchan.

OFF

Hacia finales del siglo XIX, cuando los ingenieros lograron aprovechar la electricidad para uso residencial industrial, aquellos que controlaban el negocio de las velas vieron como su Titanic empresarial se hundía. Las empresas capaces de generar oportunidades están habituadas a vivir en la incomodidad, a salir de la zona de confort, dejando de lado el egoísmo, para colaborar y abrirse al mundo. La creatividad es vital para superar las crisis. La sociedad actual está en una transición de una sociedad industrial a una sociedad del conocimiento. El conocimiento que hemos adquirido ya no es garantía de nuestro futuro. Sólo es el reflejo de la experiencia y de nuestros aciertos en el pasado. Para Andy el mundo es una masa orgánica viva y en constante movimiento pero aún y así, nos decían, a finales de la década de 1980, que en el mundo de los negocios ya estaba todo inventado.

Los sudafricanos tienen una filosofía admirable llamada “Ubuntu”, que se traduce como “yo soy lo que soy debido a lo que todos somos”. Tanto en el cerebro como en internet, las redes están cambiando nuestro entendimiento de quiénes somos y cómo percibimos el mundo. Ser conscientes de que estamos construyendo los cimientos de cerebro global del futuro. Tú recuerdas un tercio de lo que lees y la mitad de lo que la gente te cuenta, pero recuerdas el ciento por ciento de lo que sientes. Esto expresaba Ian McKenzie. Por esta razón el mapa del tesoro de las marcas no es la conexión tecnológica sino la conexión emocional con el cerebro humano. Los seres humanos superamos los setenta mil pensamiento a lo largo del día. Las ideas están ahí. Las industrias creativas se enfrentan a uno de los retos estratégicos fundamentales.

El design by thinking no es ninguna novedad. Lo nuevo es la necesidad imperiosa de recuperarlo. Las marcas se han dejado llevar por la ola digital, sin tiempo para pensar, reflexionar, planear, experimentar, aprender y mejorar. En este universo de percepciones, emociones y subconscientes, el Branding no es lo que sientes, sino lo que debes hacer que otras personas sientan.

En su último libro, Net Smart de Howard Rheingold, destaca cinco habilidades para que de manera consciente nos conectemos en línea:

Educar el talento es mucho más complejo que crear un nuevo algoritmo. Para el filósofo José Antonio Marina, el talento es la inteligencia triunfante, que se enfrenta eficientemente a los problemas prácticos y teóricos. La tarea de esta inteligencia triunfante es elegir bien las entras y ser capaz de alcanzarlas. Se podría producir una sociedad más reflexiva que a su vez enriquecería a todo el mundo. Para Andy, triunfarán aquellos que conciban el diseño como un plan mental, como un proceso que implique espesamiento, las ideas y la búsqueda de soluciones.

Definitivamente Andy cree que los trabajos del futuro estarán basados en la innovación. Un estudio del University College of London, llamado “The Virtual Revolution: Homo Interneticus” , asegura que la red no sólo cambia los comportamientos de las personas, sino también sus pensamientos debido a que modifica el cerebro. La gran metáfora de nuestra mente es que, en esencia, el cerebro trabaja colaborativamente sin egoísmo. Nicholas Carr, asegura que Google nos vuelve estúpidos. Ya que somos más dependientes de programas informáticos para todo tipo de tareas intelectuales, desde la búsqueda de información hasta nuestra socialización. Pero estar online es cada vez una necesidad . La cuestión relevante no es estar o no estar, sino cómo estar; es decir el tiempo que le dedicamos y la forma en que lo hacemos.

El futurista Ray Kurzweil explica cómo la singularidad será alcanzada; ese momento en que el aprendizaje de las máquinas superará la inteligencia humana. El objetivo de cualquier marca es sobresalir. El diseño es concebido como un plan mental. Así como cada interacción crea nuevas conexiones en el cerebro de un niño, cada correo electrónico, cada tuit, cada búsqueda o post forman parte de la creación y el fortalecimiento de las conexiones en nuestro cerebro global. ¿Cómo podemos conscientemente conectar a las personas que quieran participar en esta red global de conocimientos e ideas? Estoy de acuerdo con Andy, los humanos queremos seguir tocando, seguir sintiendo. Necesitamos más tiempo para internalizar tanta digitalización. Tantos cambios.

“Tú no puedes comenzar comunidades. Las comunidades ya existen. Ya están haciendo lo que desean en la red. La pregunta que deberías hacerte es cómo puedes ayudarles a hacer eso mejor”
Mark Zuckerberg

“No entiendo por qué la gente se asusta de las nuevas ideas. A mí me asustan las viejas”
John Cage

Para el ser humano, el cambio exige de una abertura mental y una inteligencia emocional para las cuales no están entrenado. Por eso, necesitamos volver a aprender cómo ser creativos. El miedo es uno de los peores inventos de la humanidad. La mejor opción sería darles herramientas para desarrollar su creatividad. El nuevo mundo se rige por las ideas, por la creatividad y por la innovación humana en colaboración con los algoritmos, las herramientas, las máquinas y los nuevas entidades artificiales.

Los emprendedores dejaron de estar limitados por las fronteras territoriales, económicas o mentales. Hoy la colaboración es global e interdisciplinar. Hay una combinación de audacia, creatividad y dinamismo. La adversidad, como la necesidad, alimenta el ingenio. Clay Shirky dijo: “La innovación va a donde está la necesidad”. Ahí radica esencialmente la comprensión de porqué la zona de confort es opuesta al desarrollo y la evolución. El valor de lo intangible podrá ocupar su lugar y hablaremos menos de ahorro de costes y más de generación de valor. Sin estrategia, sin ideas y sin creatividad no se puede avanzar. Michio Kaku menciona que los átomos sólo representan el 4 por ciento del universo. El otro 96 por cierto está formado por materia y energía oscura, dos sustancias misteriosas sobre las cuales se sabe muy poco.

El hombre de hoy deberá reconectarse con su poder de imaginación para navegar en el futuro. La educación, la innovación y el talento serán recompensados como nunca antes. El mundo futuro no se dividirá en empresas grandes y pequeñas, sino en organizaciones con alto nivel de imaginación y bajo nivel de imaginación. El animal social de David Brooks define a la imaginación como: la mezcla de patrones neuronales. Rita J. King llama a esta época como “la era de la imaginación”. Un concepto que establece que las economías y la cultura de los países más desarrollados se están moviendo de la era de la información a la era de la imaginación, en la que la creatividad y la imaginación se transformarán en las principales productoras de valor.

Creatividad, curiosidad, imaginación, innovación; son aspectos esenciales para el éxito en un escenario cambiante. La imaginación por encima de la información, es vista, desde su perspectiva, como la actividad clave de la economía y la cultura. Lo que debemos hacer es potenciar la creatividad y la imaginación en los más pequeños, en los jóvenes de hoy. Ellos son los que crearán el futuro. Los participantes activos en la era de la imaginación se están convirtiendo en embajadores culturales que humanizan culturas extranjeras, contribuyen a un sentido de pertenencia a la propia cultura y fomentan una perspectiva interdependiente en el intercambio de las riquezas de todos los sistemas.

En 2001, el futurólogo danés Rolf Jensen, director del Copenhagen Institute for Futures Studies y autor de “The dream society”, fundó la Dream Company Ltd; en la que dirige el servicio de “imaginación”. Su objetivo: persuadir a la mayoría de las empresas mundiales del hecho de que estamos pasando de una sociedad de la información a otra de la imaginación. De acuerdo a sus pensamientos, el próximo estadio fundamental del desarrollo de l sociedad será la “era de los sueños”. La sociedad de los sueños muestra cómo una cultural del consumo como la nuestra cuenta historias a través de los productos que compramos, los transportes, el ocio, las vacaciones, el interior de nuestras casa. En la sociedad de los sueños, nuestro trabajo estará dirigido por historias y emociones. Al respecto Philippe Starck pretende proporcionar más felicidad. Menciona que de aquí a diez años, los objetos funcionales de las casas serán sustituidos por servicios inmateriales. Entonces, nuestras casas estarán llenas sólo de cosas sentimentales.

El mundo necesita de nuevas ideas y las nuevas ideas necesitan de personas con la mente abierta para recibirlas y con actitud productiva para implementarlas. La educación es una ineludible apuesta de futuro. Necesitamos crear una generación creativa. Desde los años en que nuestros abuelos iniciaban en el siglo XX hasta los inicios de los siglo XXI, el mundo ha atravesado por más cambios que en los 1,900 años previos. La creatividad es el estado natural de los niños. Para ellos la vida es una aventura. Necesitamos liderazgos creativos, liderazgos que incorporen la especia de esos jóvenes que llevan en su ADN lo digital. La experiencia de aprender va mucho más lejos que el aula. El miedo al fracaso es una de las barreras más complejas de superar. Una persona que pierde el miedo a equivocarse es una persona que puede cambiar, experimentar, inventar, aprender, triunfar. Necesitamos romper reglas, inventar nuevos y mejores futuros y experimentar sin temor a recibir un castigo por equivocarse.

Los líderes crean cosas que antes no existían. No se puede dirigir sin conocimiento, pero no se puede liderar sin imaginación. La tecnología es uno de los pilares de la educación del presente y del futuro. La dificultad radica en marcas los límites. La tecnología fomenta la curiosidad, el instinto de superación, el interés por mejorar los conocimientos y el progreso. De lo contrario, la evolución tecnológica tendrá como contrapartida un retroceso en la evolución humana.

Existe una brecha en los conceptos de formación, educación, información y conocimiento. Es la primera vez en la historia que los alumnos conocen un tema mejor que sus profesores. Necesitamos promover la experimentación y la curiosidad en mayor medida de lo que se hacía en los ámbitos educativos tradicionales, evitando algunos de los defectos de la sociedad occidental: castigar el fracaso desde edad temprana, coartar la libertada de aprender a partir de los errores e instaurar el miedo a equivocarse. El mañana pertenece a los que se prepara para él en la actualidad, desde el presente. Para Andy, le es atractivo la propuesta de los MOOC (sigla en inglés para Massive Open Online Courses).

Malala Yousafzai tuvo un brutal atentado en 2012. Para Malala, un niño, un maestro, una pluma y un libro pueden cambiar el mundo. Malala se ha convertido en una heroína del siglo XXI. Ser protagonista implica asumir riesgos. Sin riesgos, cambiar o mejorar queda en manos de otros. ¿Qué eliges ser, protagonista o espectador? ¿Creador o consumidor?

China invierte más en I+D que Japón y sólo es superada por Estados Unidos. La creatividad no es cuestión de tamaño. Internet demuestra que el pequeño puede competir con el grande más que nunca. Necesitamos aprovechar los cambios para crecer y reinventarse, para adaptarse y evolucionar. La lucha del hombre por dominar el tiempo es una ironía. Sólo se genera el efecto contrario: la supremacía del tiempo sobre el hombre. El tiempo, o su escasez, es el argumento más utilizado en la actualidad para no hacer, no aprender, no viajar, no conocer, no dialogar, no participar y una infinidad de “noes”. “No tengo tiempo” es la frase del siglo XXI, siglo en el que hombre empieza a dominar casi todas las fronteras, excepto la del tiempo.

La realidad es una lucha entre los que prefieren no hacer nada, escudados en la falta de tiempo y los que se animan a reinventar el mundo porque no pertenecen a ningún espacio de tiempo. Quienes siguen dando excusas en lugar de ver las oportunidades que se les presentan quedarán en el camino, estancados, olvidados por la historia, y se convertirán en actores secundarios de un mundo que los mirará con falsa melancolía o que, simplemente, los ignorará. En cambio, aquellos que generan el cambio, lo crean, reescriben la historia y diseñan el futuro serán los protagonistas de años intensos, radicalmente veloces, a la vez que ricos en aprendizaje, experimentación y evolución. Un proverbio africano, no exento de pragmatismo, dice: ustedes los europeos tienen los relojes, nosotros el tiempo. El mundo se divide entre los valientes y los cobardes.

Joseph Biden escribió: En el siglo XXI, la verdadera riqueza de una nación se encuentra en las mentes creativas de su gente y en su capacidad de innovar. La creatividad es mirar donde todos miran y ver lo que nadie ve. El sociólogo Manuel Castells advierte: Internet está absolutamente vigilada. Pero no está controlada, en el sentido de que no se puede interrumpir el mensaje. Se puede detectar y reprimir al mensajero. Si uno es el mensajero, es un problema, pero si uno es el mensaje, sigue.

La transformación económica, social y tecnológica que estamos viviendo, ha sido el detonante para que la estrategia de las empresas que operan en el sector del retail se concentre en dos grandes grupos que responden a dos tendencias: una que se basa en ofrecer precios bajos o agresivas políticas de descuentos; y otra que se centra en la diferenciación, es decir, en verde experiencias más allá del acto de compra, en hacer tangible lo que se cree intangible. Brandoffon es un modo no sólo de ver sino de hacer las cosas.

ON

La web ya ha cumplido sus primeros 23 años. Ya ha sido superada la era de los portales, ahora va quedando atrás las de los buscadores, y ya vivimos en la tercera etapa, la de las redes sociales. Y desde mi opinión ya estamos en una cuarta, en donde estamos viendo el inicio del concepto de los metaversos. Si eso es correcto y estamos ya en la cuarta era de Internet, será una etapa en la que no nos conectaremos a Internet, sino en la que estaremos siempre conectados. Por lo tanto la relación marca-consumidor se rediseñará por completo. Ése es el motivo de que se produzca una transición desde el Branding a secas hacia el Branding emocional. Ya no basta con mostrar, con comunicar, con estar. Ahora se debe enamorar, seducir, fidelizar y, fundamentalmente, ser reconocido y relevante.

Las comunidades nacen espontáneamente. No es que tengan clientes, sino que sus consumidores se identifica como miembros activos de una tribu. No siguen a las marcas, se unen a ellas, las defienden, las promueven, las recomiendan. Los siete consejos que nos comparte en el libro para gestionar redes sociales: experimenta, conversa, resuelve, comunica, no tengas miedo, aprende haciendo y disfruta. La marca debe construirse en los dos mundos. El trabajo de las empresas es cuidarla tanto en el ámbito offline como en el online, es decir, lograr que el consumidor tenga la percepción de Brandoffon.

El diseño es la herramienta que mejor expresa este universo de sensaciones, evocaciones y aspiraciones que constituyen las marcas. Muchas empresas y marcas que aún no saben cómo desenvolverse en el mundo físico (off), tienen ante sí el tremendo desafío de integrar el mundo digital (on) a sus estrategias de negocios.
La gran parábola de Brandoffon es que los responsables de las marcas comprendan y, sobre todo, ejecuten la nueva realidad del mercado.

Las tiendas de Apple tienen unos espacios que cumplen con la máxima premisa de la marca, el diseño y que hoy son, probablemente, el mejor referente de lo que es una experiencia de compra memorable. El concepto Brandoffon establece que las estrategias puras no tienen sentido, sino ante una realidad revolucionada. Para Andy esto es todo un desafío es el rediseño cultural, es decir, interiorizar en las organizaciones el cambio de paradigma de reglas y de oportunidades.

El antiguo paradigma, para el que la oferta definía la demanda, está cambiando y hoy el propio consumidor exige una oferta más adaptada a sus necesidades. Cada vez más habitualmente se dan casos de corrección o creación compartida entre marca y consumidor. La realidad actual demuestra que el cliente, además de la razón, tiene la tecnología a su lado. Empresas buscan seducir, atraer y fidelizar a toda una generación. Pero ese consumidor conectado es consciente, colaborativo, cocreador, interactivo y quiere establecer una conexión. Es un nuevo tipo de consumidor el híper individuo (y ahora una nueva evolución de meta-humano).

Andy nos pone por ejemplo a los llamados millenials, nativos digitales, que ya vienen con ese dato en su ADN. Según un estudio de AVG and Research, el 81 por ciento de los niños menores de dos años, tiene ya una huella digital. Según un estudio titulado “Millenials at work: reshaping the workplace”.y el informe “15th Annua Global CEO Survey”; ambos de PWC, más del 50 por ciento de los consejeros delegados encuestados, mencionaron que tenían retrasos en el despliegue de estrategias clave debido a la falta de talento actual para poder liderarlas y ejecutarlas. La gen Y está creando una nueva cultura emprendedora. Se proyecta que los miembros de la generación Y representen el 50 por ciento de la fuerza laboral hacia 2020 y el 75 por ciento en 2025. Pero esa generación quiere trabajar en startups. Sólo uno de cada diez identifica el éxito con el dinero.

La mayoría de los planes de marketing de las marcas están orientados al ejercicio venidero, al año siguiente, pero pierden de vista el largo plazo, el encuentro con el futuro. La conectividad del mundo online modifica, y en general, mejora y optimiza el mundo offline. La plataforma donde pueda realizarse el intercambio, la interacción y el diálogo, será sólo una parte de la exigencia de este grupo (la generación Y).

Según Richard Nicholls, no es sólo un consumidor que busca maximizar su tiempo y dinero o multiplicar las opciones que le permitan lograr la mejor compra posible. Éste es la confluencia de muchas tendencias: un consumidor que vive en la nube y que, a través de la adopción de estas nuevas habilidades, se ha convertido en un ser superpoderoso que reconoce el valor de la información libremente disponible y lo utiliza para recuperar el control del mercado. Los psicólogos llaman el comportamiento maximizado en términos de consumo. Esto significa tomar las mejores decisiones con el dinero con el que contamos. Nunca hemos estado en mejores condiciones para tomar decisiones informadas en casi cualquier mercado.

Estamos también ante el final de la ineficiencia, la máquina maximiza por nosotros. También estamos en la cuantificación aplicada a nuestra vida. La revolución de la información transformó de raíz la naturaleza del poder en el siglo XXI, vivimos tiempos en que todos los Estados se mueven en un entorno donde ni siquiera las autoridades más poderosas tienen el mismo grado de control que en el pasado. Wael Ghonim, menciona que el poder de la gente es mucho más fuerte que la gente en el poder. Pero les quitas el poder, en cuanto dejan de tener tú atención.

Hace unos años el sistema funcionaba así: el cliente potencial se encontraba con un estímulo publicitario, tal vez en la televisión o en otro medio, que le hacía una propuesta tentadora. Ese fue el primer momento de la verdad. Ya en casa, comparaba las expectativas que tenía sobre el producto con la realidad de le ofrecía, ese era el segundo momento de la verdad. Inclusive era posible que el cliente adoptara el hábito de consumir ese producto, e incluso que lo recomendara a otros consumidores. Pero hoy en día, el potencial consumidor se sigue sintiendo motivado por un estímulo publicitario; eso no ha cambiando en esencia, pero sí en los medios publicitarios, ya que la oferta de ellos está mucho más atomizada. El potencial cliente busca recomendaciones en Google antes de ir al supermercado o a la tienda. Ese momento ha sido bautizado como el momento cero de la verdad (ZMOT).

Los momentos de la verdad de hoy ya no son los de antes. El primer momento está perdiendo fuerza, aunque las empresa todavía no lo hayan asumido. El nuevo paradigma de marketing debería consistir en facilitar canales a los usuarios para que se expresen. El cliente no es que sea más inteligente, sino que está más informado. Seguimos confundiendo información con conocimiento. Las plataformas digitales desempeñan un rol cada vez más importante a la hora de influir en la decisión de los individuos. El marketing omnicanal ayudará a las marcas a favorecer la interacción con el cliente y por ende, aumentar las oportunidades de generar ventas. La inversión en digital tiene que tener un termómetro que marque cómo cada euro invertido retorna. No solo en la visibilidad, engagement, menciones, retuits y demás, sino y sobre todo en cuanto a quién y dónde vendes.

Las grandes marcas siguen invirtiendo millones de euros en publicidad, tanto online como offline, pero en demasiadas ocasiones no tienen una estrategia de comunicación única que sea capaz de combinar los diferentes canales. Los consumidores quieren hablar y ser escuchados. Las marcas quieren saber lo que los consumidores desean para ajustarse a ese deseo. Y no solo es un cambio económico o financiero. El cambio es más profundo y es de carácter social y afecta a los hábitos de compra, de consumo y de interacción marca-consumidor. Las marcas es ese terreno de conversación, en donde las partes involucradas pueden conversar, interactuar para compartir valor, construir relación, identidad, reputación y propósito. Las marcas pueden interactuar con una audiencia masiva, su gran potencial todavía no está siendo aprovechado por las empresas.

La mayoría de las marcas tienen a centrar sus estrategias en las plataformas, y no en los destinatarios. Buscan clics y no personas; se obsesiona con el efecto y no con el fin. Hasta que en todos los departamentos de atención al cliente, marketing, dirección general, etc; no quede claro que detrás de todo están las personas, no habrá posibilidad de éxito. Comprender a las personas, escucharlas, atenderlas, hacerlas sentirse especiales o importantes, resulta clave en el proceso de seducción, fidelización y conversión.

Los seres humanos somos la única especie capaz de compartir conocimiento. Internet elimina barreras y acerca la posibilidad de compartir dicho conocimiento no sólo con fines comerciales. El intercambio, ya no de bienes y servicios, sino de experiencias y estudios ha permitido que el mundo menos desarrollado tenga acceso a cosas impensables hace pocos años. Internet aporta progreso y acceso a la humanidad siempre y cuando existe una cultura digital lo suficientemente madura que lo permita.

La lucha entre un mundo on y otro mundo off no debería existir. Lo importante es poder lograr complementar ambos mundos para que la marca sea exitosa. La gente, que sigue necesitando el entretenimiento, casi tanto como comer, ve cada día más videos. La red nos marca tendencias no muy alentadoras. El espectáculo efímero derrota en cantidad y número a la reflexión y el pensamiento profundo. La generación YouTube quiere grabarlo todo, compartirlo todo.

BRANDOFFON

Para este punto del libro, la fascinación es evidente. Andy nos muestra este movimiento no como una moda, sino como la síntesis de una nueva era en la que estamos todos aprendiendo, descubriendo, experimentando, cometiendo errores y avanzando. Además, no va a terminar. Una humanidad tan heterogénea culturalmente, pero tan homogénea en las emociones básicas. Cada día nos parecemos más porque cada día somos más distintos.

Todo comunica, comunican sus empleados, sus oficinas, sus correos electrónicos, su papelería, el aroma, los sonidos, las formas, la cultura corporativa, la flota de vehículos, los edificios, los uniformes y cientos de etcéteras. La velocidad que imprime la dinámica del nuevo siglo demanda instantaneidad antes que profunda. La inmediatez está hoy por encima de la reflexión, de la pausa, del pensamiento razonado. Para las marcas, la búsqueda del equilibrio entre la velocidad y la pausa, entre la aceleración y la reflexión, es muy aconsejable.

“Una revolución no sucede cuando una sociedad adopta nuevas herramientas. Sucede cuando adopta nuevos comportamientos”
Clay Shirky

El consumo es un acto antropológico (y yo mencionaría que incluso cultural). Empujado por dos siglo de capitalismo, el consumidor ocupa, cada día más, un lugar de relevancia. Para realizar el acto de consumir, la persona tiene que salir de casa. Ver y ser vistos es parte de la antropología social. Para el consumidor del siglo XXI, informado, exigente y conectado, las compañías tienen como desafío desarrollar estrategias para generar experiencias satisfactorias a los clientes en todas las plataformas y espacios de contacto con ellos. Walter Lippmann decía que donde todos piensan igual, nadie piensa mucho.

Este cliente le exige a las marcas algo más que el estándar del siglo XXI, les exige cuidado, atención, deferencia, personalización. La oferta o el descuento ayudan, pero no pueden ser la columna vertebral de la estrategia de una marca. El momento de la verdad en el proceso de compra, la percepción, el recuerdo, la experiencia, la crítica o el elogio vienen disparados por el trato que reciben los clientes o potenciales clientes. Son ellos los nuevos embajadores de marca. La atención al cliente no es un departamento de la compañía, sino que es una actitud. Ya no es sólo el producto lo que importa. El servicio es uno de los pilares más relevante para mantener a los clientes. Un ejemplo claro es Zappos.

“Uno debe despertarse preocupado, aterrorizado cada mañana. Pero no se debe preocupar acerca de sus competidores, porque nunca le van a enviar dinero, sino que debe estar preocupado por sus clientes”
Jeff Bezos

“Las mejores mentes de mi generación están pensando en cómo hacer que la gente haga clic en los anuncios. Eso es una porquería”
Jeff Hammerbacher

Noam Chomsky decía: nuestros niños están siendo preparados para na obediencia pasiva, no para una vida independiente y creativa. El cambio de paradigma en la educación del siglo XXI implica plantearse que la raíz de las soluciones no está en los alumnos, sino en formar a los que enseñan y en hacerlos conscientes de que esn ecesario desaprender para volver a aprender. Este nuevo mundo vuelve a la esencia: la persona. Las compañías de todo el mundo quieren ser más humanas. La faceta emocional sobra un papel relevante y estratégico. Promover la integración digital en las organizaciones más tradicionales es una cuestión mucho más cultural que económica.

Un país, empresa, marca o persona que tenga más recuerdos que proyectos estará cerca de su fin. Necesitamos energía creativa para buscar soluciones.
Para Albert Einstein, el hombre sigue siendo el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y le echa la culpa a la piedra. Para tener un mundo menos corrupto, desigual y más transparente necesitamos hablar menos de datos y más de imaginación, hablar menos de divisas y dinero y más de reputación, de trayectoria, de confianza. Un humano que tenga la valentía para hacer, la visión para innovar y la actitud para inspirar. Una reputación consistente y creíble con la aportación al mundo de algo más que un producto o servicio. Los posthumanos o los transhumanos, sobre la singularidad y el transhumanismo, sobre el impacto que tendrán en nosotros como seres vivos la inteligencia artificial, la nanotecnología, la tecnología de la información, la biotecnología, la robótica y la neurociencia.

“El Branding no es sólo una importante herramienta de comunicación en los negocios. Es una manifestación fundamental de la condición humana”
Wally Olins

Las empresas deberán trabajar para crear marcas que la sociedad quiera que existan. Lo relevante no es poner a la tecnología en el centro de las personas, sino a las personas en el corazón de la tecnología. En 2050 habrá 9,500 millones de personas en el planeta. En donde 7 de cada 10 de ellos vivirán en zonas urbanas. Las marcas tendrán un rol cada vez más central en el desarrollo y la creación del futuro. Ya no será relevante el tamaño de la organización, sino el impacto que tenga sobre la vida de la gente. Habrá más CEOs del ámbito de la creatividad, la ciencia, el diseño y la ingeniería. Las marcas más exitosas no necesitarán soportes visuales, se sentirán. Pero humanizar un mundo de redes, gigas, data y algoritmos se volverá esencial. Las empresas deberán trabajar para ser una marca que la sociedad quiera que exista. El futuro será el que construyas en tus horas. Solo 1 de cada 5 marcas tiene un impacto significativo en nuestra calidad de vida. El ser humano crea su presente en torno a las expectativas y percepciones que tiene de él.

Una buena estrategia de branding es un activo que nunca pierde valor. Representa un estilo de vida o un conjunto de ideas o emociones. Las marcas exitosas aportan algo que la gente piensa que es mejor que lo que tenía antes. La satisfacción es el resultado de la performance de tu marca menos la expectativa. Lewis Latimer afirmaba en el siglo XIX que creamos nuestros futuro mejorando las oportunidades presentes, por pocas o pequeñas que sean esas mejoras. Eduardo Galeano decía, somos lo que hemos para cambiar lo que somos. En el futuro no habrá monedas, salvo para coleccionar y todo el manejo financiero será invisible. La próxima generación de marcas se desarrollará con fuerza en las economías emergentes.

“Más vale mejorar el presente que soñar el futuro, que nadie lo alcanza”
Gabriel García Márquez

Elons Musk, Sergey Brin, Jeff Besos, Brian Chesky, etc; no predicen el futuro, ellos no siguen el camino de otros, ellos lo crean y comparten el valor de sus creaciones. La naturaleza de las organizaciones sigue parámetros desactualizados. Más propios del siglo XIX y XX que del XXI. La sociedad moderna fue creada con el funcionamiento de la revolución industrial: debemos crear una nueva sociedad basada en esta nueva revolución digital. La educación que se imparta en las organizaciones hoy, será su economía de mañana. Invertir en talento no es lo que uno hace cuando es el mejor, es lo que uno hace par volverse el mejor. Este es el momento para que una nueva mentalidad se introduzca en las organizaciones.

¿El posmodernismo va dando la bienvenida al digitalismo o a un nuevo humanismo? Los problemas y las soluciones en esta nueva era no surgen de la tecnología, sino del buen o mal uso que se haga de ella. Las personas no son data, son emoción.

“La mejor forma de conquistar una sociedad sobrecomunicada como la actual, es sobresimplificando el mensaje”
Al Ries

Cuanto más memorable la experiencia, tanto online como offline, mejor. Como haces sentir a tus clientes, es tu marca. Los cambios en el mercado, la transformación en la sociedad y la forma de relacionarse entre ambos niveles, están produciendo una evolución sin precedentes que permite asegurar que el mundo nunca volverá a ser el mismo. Hoy, un negocio físico no puede separarse del mundo digital. Hoy las marcas están vivas, forman parte de nuestra cotidianeidad, más allá de si pertenecen a una mega corporación o al barrio donde vivimos. Los productos y servicios más exitosos serán aquellos que tengan significado y riqueza experiencial para el estilo de vida del consumidor.

El libro plantea una pregunta fantástica: ¿cuántas marcas del mundo on, de internet, sobrevivirán a un apagón eléctrico? ¿Cuántas de ellas podrían salir de la web y revivir? Arianna Huffington dice que comunicar es el nuevo entretenimiento de la gente.

“Las grandes empresas que no ponen atención a cambiar se lastimarán. La web será una zona de un cambio significativo y los que no prestan atención saldrán heridos, mientras que los que lo ven lo suficientemente temprano serán recompensados”
Steve Jobs

Nunca en la historia moderna, las PYMES pudieron luchar de igual a igual con los gigantes, excepto ahora. Las marcas que más han apostado por conectar con los sentidos son aquellas que más rédito están sacando a la Era Digital. Cambió el mundo, pero los sentidos no. La emoción: la única capacidad humana que no se puede automatizar. Jeff Jarvis menciona: las empresas pronto empezarán a medir su valor basándose más en la calidad de sus relaciones que el coste de sus propiedades. Las relaciones pronto valdrán más que los secretos empresariales. Las relaciones suelen decir mucho más sobre las expectativas de una empresa que sobre sus ingresos trimestrales, ya que crean valor real a largo plazo y levantan una auténtica barrera de entrada contra la competencia.

Con la revolución industrial el hombre comprobó que las cosas podían hacerse con menos esfuerzo y a gran escala. Las dos palabras más relevantes de esta Era Digital no son ni Internet, ni la tecnología, son cambio, miedo e irrelevancia. La relación marca-cliente se desarrolla en forma de un mosaico antropológico, psicológico, neurológico y sociológico donde la conexión, en todos los sentidos, prima.

“El costo de equivocarse es menor que el costo de no hacer nada”
Seth Godin

La visibilidad de cada persona, como marca, crece de manera exponencial. “No hay camino correcto para quien no sabe donde quiere ir”. Los grandes cambios requieren grandes esfuerzos. Esta nueva era trata de personas y el Branding exitoso sólo se consigue pensando en ella, todo evolucionará. Actualmente la mayoría de las marcas tienden a centrar sus estrategias en las plataformas y no en los destinatarios. Buscan clics y no personas, se obsesionan con el efecto y no con el fin. La tecnología da poder y alcance, pero sólo conectando con las personas obtienes beneficios.

Seremos testigos del resurgir de la esencia creativa de las personas. El conocimiento es un commodity, la creatividad y su aplicación práctica, es lo que marcarán la diferencia. Los seres humanos somos la única especia capaz de compartir conocimiento. Internet elimina barreras y acerca la posibilidad de compartir dicho conocimiento no sólo con fines comerciales.

“Los seres humanos, limitados por la lenta evolución biológica, no podrían competir y serán reemplazados”
Stephen Hawking

La mayor parte de la humanidad es ya dependiente de la tecnología. Tendremos que ser más conscientes del impacto y la relevancia de mantenernos humanos. La tecnología siempre ha sido una espada de doble filo, reconoce Ray Kurzweil. El fuego ayudó a los humanos a mejorar sus vidas pero también quemó aldeas. Al final la tecnología será buena o mala conforma la utilidad y sobre todo al uso que como personas hagamos de ella. En publicidad y marketing hay una vuelta a lo esencial. Un regreso a lo simple, lo cotidiano, lo que de verdad trasciende: las emociones.

La educación es lo que nos forma y moldea como personas. Lo primero que recibimos después de nacer es educación. Y en este momento me refiero a ésta como cultura, como herencia, como traspaso de costumbre y valores. La educación ya no debe ser aplicada en las instituciones y los hogares, sino también en las empresas y en las organizaciones. La gente necesita reaprender. Brandoffon es un neologismo. Pero también una idea, un concepto, una actitud. Era digital no es una moda, sino la síntesis de una nueva era. No habrá revolución sin revolucionarios. No habrá cambios sin fuerza de voluntad, disciplina y valentía. Los curiosos, inquietos, buscadores y locos, constituyen una parte imprescindible de estas microrevoluciones que comienzan desde abajo y empiezan a subir sin límite.

El filósofo francés Guy Sorman decía: no hay grandes ideologías a causa de falta de ideólogos. El nacimiento de las ideas no obedece a ninguna lógica histórica, no depende más que de la aparición de los genios, y ésta es imprevisible. ¿Por qué seguimos citando hoy a pensadores griegos como si en los últimos dos mil años nadie hubiera discurrido nada nuevo? Estamos en una especie de Renacimiento porque la creatividad, la innovación y las ideas están cobrando protagonismo nuevamente.

Decía Steve Jobs, que Pablo Picasso tenía un dicho: los buenos artistas copian, los grandes artistas roban. Jobs hacía referencia a ese dicho porque le gustaba manifestar que siempre nos hemos avergonzado de robar ideas, pero creo que parte de lo que ha hecho a los ordenadores Mac tan grandes es que la gente que trabajaba en ellos eran músicos, poetas y artistas, quienes, a la vez, también eran los mejores científicos de ordenadores del mundo. No se trata de crear por crear. Se trata de genera una innovación que sirva al mundo, a las audiencia o a las potenciales compradores.

Ken Robinson menciona que debemos reconocer que el talento humano es muy variado. Cada uno tiene aptitudes muy diferentes. No vale algo esquemático, estandarizado y lineal. No podemos meter a todos en el mismo saco. Ha llegado la hora de cambiar el modelo industria por uno orgánico. Tenemos que actuar como granjeros que trabajan para crear las condiciones óptimas. Recuperar la capacidad de innovar como sociedad global es un desafío absolutamente relevante para nuestro futuro. El hombre por naturaleza, es un ser curioso y creativo, y eso nos ha hecho sobrevivir y nos ha llevado a desarrollar el arte y la tecnología.

En la relación marca-consumidor vivimos un proceso similar. El empoderamiento por parte del cliente es una de las grandes cuestiones, y hoy tenemos a un público que se moviliza, discute, interactúa, se informa, reclama. La necesidad de estructuras mentales y el establecimiento de distintos checkpoints vitales y profesionales ha limitado de alguna manera el potencial creativo. El producto se olvida, la experiencia no.

Andrew Kaufman dice: inventar nuevas palabras es una de las cosas más rebeldes que se pueden hacer, el término Brandoffon es mi contribución. Mi rebeldía.
Aquellos que puedan escribir el futuro, serán los claros vencedores. Para ello necesitamos incentivar la imaginación, la creatividad y la curiosidad. Este libro contendrá esta retazo de época, esta instantánea de la humanidad.

Andy Stalman

En definitiva uno de mis libros base que me acompañará por décadas.

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