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Bookshake – Effortless

Una vez más leímos un libro de Greg McKeown, desde mi perspectiva esta es la segunda parte del libro Esencialismo el cuál también ya reseñamos:

Este es el libro previo que analizamos en BookShake.

Es un hecho que nos han condicionado a creer que el camino hacia el éxito debe construirse a partir de mucho esfuerzo y dedicación. Se nos ha inculcado que si queremos superarnos, tenemos que esforzarnos demasiado, pensar demasiado y “darlo todo”. Pero sobre todo, se nos ha hecho creer que si no estamos perpetuamente exhaustos u ocupados, no estamos haciendo lo suficiente. 

Sin embargo, trabajar duro nunca había sido tan agotador como lo es ahora. El tema es que paradójicamente entre más nos agotamos, más esfuerzo necesitamos para progresar, esto último es lo que nos mantiene atrapados en un bucle sin fin de «despertar, trabajar, comer, dormir y repetir», muchos hemos trabajado el doble de duro para lograr la mitad de los resultados esperados y eso evidentemente lo único que genera es frustración.

El libro nos plantea que lograr el éxito o simplemente avanzar y destacar en algo no tiene por qué ser tan difícil como lo hacemos. No importa qué desafíos u obstáculos enfrentemos, siempre hay una mejor manera: en lugar de esforzarnos más, podemos encontrar un camino más fácil.

En síntesis, mientras que “Esencialismo” se trata de elegir dónde concentrar nuestra energía, “Effortless” trata de cómo estructurar funcionalmente nuestro trabajo para hacer que las actividades más esenciales sean las más fáciles de lograr.

El libro está dividido en tres partes que en conjunto hacen un total de quince capítulos sin contar uno extra de conclusiones.

Como siempre, voy a colocar lo que considero los puntos más importantes en cada parte y capítulo. Pero también te dejamos el podcast BookShake en donde reseñamos el libro:

Ahora puedes continuar con el profundo análisis que hicimos al respecto:

Parte I: Effortless State / El Estado sin esfuerzo

¿Qué es el Estado sin esfuerzo? El estado sin esfuerzo es una experiencia que muchos de nosotros hemos tenido cuando estamos descansados ​​físicamente, aliviados emocionalmente y mentalmente energizados. Estás completamente consciente, alerta, presente, atento y enfocado en lo que es importante en este momento. Por lo tanto, puedes concentrarte en lo que más importa con gran facilidad.

Lo contrario a este estado es sentirte lleno de desorden, de emociones negativas y patrones de pensamiento tóxicos, cuando es así, tienes menos energía mental disponible para realizar lo más esencial.

Esto no es un tema que el autor se haya inventado, es un tema que la propia psicología ha investigado, particularmente la psicología cognitiva, en una teoría conocida como “Teoría de la carga perceptiva”, dicha teoría explica que la capacidad de procesamiento de nuestro cerebro es grande, pero limitada. Por un lado, procesa más de seis mil pensamientos al día, por otro, cuando encontramos nueva información, nuestros cerebros tienen que tomar una decisión sobre cómo asignar los recursos cognitivos restantes. Y debido a que nuestros cerebros están programados para priorizar las emociones con un alto «valor afectivo», como el miedo, el resentimiento o la ira, estas emociones fuertes generalmente ganarán, dejándonos con menos recursos mentales para dedicarlos a progresar en las cosas que importan. 

Imagen recuperada del libro: Effortless
Imagen recuperada del libro: Effortless

Capítulo 1: INVERTIR

Me gusta que el capítulo inicia con una pregunta “What If…” ¿Qué pasaría si las cosas pudieran hacerse de una manera más fácil?

La pregunta me llevó a recordar cuando trabajé para Citibanamex, resulta que yo había tomado una certificación de Excel en la preparatoria, por lo tanto, sabía hacer tablas dinámicas, macros, usaba fórmulas avanzadas e incluso aprendí a programar en Visual Basic. En ese momento Banamex le hacía llegar a sus tarjetahabientes un estado de cuenta acompañado de un folleto en donde se vendían diferentes artículos que las personas podían comprar con dinero o con los puntos que había generado su tarjeta, el problema era que algunos de estos productos no se estaban vendiendo bien y otros por el contrario se vendían tanto que los metían en problemas de logística y operaciones.

A raíz de esto se me asignó la tarea de encontrar qué era lo que estaba ocurriendo y por qué estaba ocurriendo, lo primero que pregunté es si tenían la información en alguna base de datos, nadie sabía exactamente la respuesta a excepción de un chico de sistemas que me dijo que podía exportar un archivo SQL para mí. Aunque me hizo sentido, no pude evitar cuestionarme cómo es que lo hacían hasta antes de mi llegada, fue ahí cuando descubrí que había una persona que cada mes hacía un reporte de ventas, me acerqué a ella y me mostró un archivo de Excel que ella tenía y en el cuál había estado intentando crear grupos de correlación para entender aquél fenómeno, le pregunté que cuanto tiempo llevaba invertido en ese proyecto hasta ese momento y me dijo que en los últimos dos meses no había dedicado tiempo a nada más.

Fue ahí cuando vino a mí la pregunta: ¿Cómo podría hacer esto de manera más sencilla?

No es un tema de presunción, pero lo resolví esa misma tarde. Claro que yo tenía quizás una ventaja sobre aquella persona que llevaba dos meses intentando interpretar y correlacionar los datos pero hubo un momento clave en el que tal fue su sorpresa que me dijo: “Es que a mí me dijeron que lo hiciera así”. A partir de ese momento he escuchado tantas veces esa frase que ya hasta perdí la cuenta.

¿Cuántas cosas estamos realizando sin preguntarnos si hay alguna forma más sencilla de hacerlas?

Este capítulo lleva ese nombre justo porque es una invitación a invertir o intercambiar la pregunta ¿Por qué es esto tan difícil?», por, «¿Qué pasaría si esto pudiera ser fácil?».

Y es que piénsalo, cuántas veces no has hecho algo que tú mismo has complicado más de lo necesario. Sin embargo, de cierto modo no es del todo nuestra culpa, hemos construído un lenguaje que ha glorificado lo difícil.

Nuestro lenguaje ayuda a revelar nuestras suposiciones más profundas. El autor nos invita a pensar en estas frases reveladoras: Cuando logramos algo importante, decimos que fue necesario «sangre, sudor y lágrimas». Decimos que los logros importantes son «ganados con esfuerzo» cuando podríamos decir simplemente «ganados». 

Luego están las formas en que nuestro lenguaje delata nuestra desconfianza en la comodidad. Cuando hablamos de “dinero fácil”, estamos dando a entender que se obtuvo por medios ilegales o cuestionables. Usamos la frase «Eso es fácil de decir», generalmente cuando buscamos invalidar la opinión de alguien. 

Para McKeown es curioso cómo usamos por defecto dichos como «No será fácil, pero vale la pena» o «Va a ser muy difícil hacer que eso suceda, pero debemos intentarlo». Es como si todos aceptáramos automáticamente que la forma «correcta» es, inevitablemente, la más difícil.

Debtro de este mismo capítulo hay un gráfico que incluso tengo dibujado en un post-it en mi computadora para recordarlo todo el tiempo.

El autor nos dice que:

“Creemos que para tener un éxito extraordinario tenemos que hacer las cosas que son difíciles y complicadas. En cambio, podemos buscar oportunidades que sean muy valiosas, sencillas y fáciles»

Esto lo ilustra con el siguiente esquema:

Imagen recuperada del libro: Effortless
Imagen recuperada del libro: Effortless

La pregunta para tí sería, ¿qué gráfico representa el cómo estás haciendo las cosas hoy?

“Cuando eliminamos la complejidad, incluso el más mínimo esfuerzo puede hacer avanzar lo que importa.”

Bien dicen que la historia la cuentan los vencedores, pero tales historias han creado la falsa impresión de que empujar cuesta arriba es el único camino hacia el éxito. ¿Qué pasaría si por cada persona que ha tenido éxito mediante un esfuerzo heroico, hay otras que han empleado estrategias más sencillas o simples y, por lo tanto, menos dignas de contarse y transmitirse para lograr el éxito? 

Capítulo 2: DISFRUTAR

ya desde el libro de Esencialismo el autor nos invitaba a combinar las actividades más esenciales con las más divertidas, a aceptar que el trabajo y el juego pueden coexistir. A convertir las tareas tediosas en rituales significativos. Permitirnos que la risa y la diversión aligeren nuestros momentos es algo invaluable.

Jon y yo tenemos rituales muy extraños pero muy divertidos, por ejemplo, la semana pasada fuimos a un evento organizado por la CANACO en León, quienes ya nos conocen sabrán que los eventos sociales no se nos dan muy bien por eso siempre huímos una vez que damos conferencias, pero para nuestra sorpresa esta vez no pudimos huir, así que tuvimos que quedarnos a la comida en donde nombraron a los nuevos presidente y miembros, la verdad es que nos parecía tan “no esencial” estar ahí que de pronto dijimos: “Imagina que este es el Oktoberfest y ellos no son presidentes de la CANACO sino de las diferentes casas cerveceras y nosotros no estamos en una mesa cualquiera, estamos en una mesa tomando pintas y comiendo pretzels, después de eso… Fue uno de los momentos más divertidos de ese viaje.

Está claro que siempre habrá que llevar a cabo actividades que necesiten de toda nuestra seriedad pero eso no significa que puedan convertirse en eventos divertidos o disfrutables, como dice el autor:

“No se trata solo de que el trabajo y el juego puedan coexistir, es que pueden complementarse entre sí. Juntos hacen que sea más fácil aprovechar nuestra creatividad y generar ideas y soluciones novedosas.”

Imagen recuperada del libro: Effortless

Capítulo 3: LIBERAR

Voy a ir directo al grano, la frase que más me hizo eco en este capítulo fue:

“Cuando te concentras en lo que tienes, obtienes lo que te falta.”

Pfff, en verdad me cimbró, me pregunté cuántas veces me he estado atormentando pensando en lo que me falta por lograr sin darme cuenta de todo lo que ya he logrado.

Ante esto, Greg nos da un consejo extraordinario:

«Cada vez que me quejo, diré algo por lo que estoy agradecido».

No tienes idea de cómo ha cambiado mi vida poner en práctica este ejercicio, a tal grado que en los últimos días no he encontrado nada de qué quejarme.

Como seguro ya sospecharás, este capítulo se trata sobre la gratitud y como más allá de un acto en donde solo tenemos que dar las gracias se convierte en la posibilidad de generar un nuevo hábito uno que según BJ Fogg, fundador del Behavior Design Lab en la Universidad de Stanford, se construye buscando algo que ya hacemos y luego agregándole un nuevo comportamiento.

En términos prácticos es: «Después de [X] haré [Y]». De ahí la propuesta: “Después de quejarme, diré algo por lo que estoy agradecido”. 

Imagen recuperada del libro: Effortless
Imagen recuperada del libro: Effortless

Capítulo 4: DESCANSAR

Si leíste el libro de Esencialismo quizás esto te va a sonar repetitivo pero si no fue así, es indispensable que lo sepas. Es esencial que descubras el arte de no hacer nada pero sobre todo, deja de venderte la idea de que desvelarse es la única forma de lograr las cosas y que algún día recuperarás las horas de sueño. Toma una siesta si la necesitas y deja de sentirte culpable por ello.

“Relajarse es una responsabilidad.»

Para maximizar los beneficios de la práctica a largo plazo», concluyó el autor principal del estudio, K. Anders Ericsson, «las personas deben evitar el agotamiento y limitar la práctica a una cantidad de la que puedan recuperarse por completo de forma diaria o semanal». Muchos de nosotros luchamos con la tensión entre no hacer lo suficiente y hacer demasiado. ¿Alguna vez te has esforzado tanto más allá del punto de agotamiento un día que te despiertas a la mañana siguiente completamente agotado y necesitas todo el día para descansar? 

Para detener este círculo vicioso en seco, prueba esta simple regla: No hagas más hoy de lo que puedas recuperarte por completo hoy. No hagas más esta semana de lo que puedas recuperarte completamente esta semana. Podemos pasar por alto las señales de que hemos llegado al final de un ciclo energético. Podemos ignorar la pérdida de concentración, la poca energía y la inquietud. Podemos intentar compensar artificialmente con cafeína o azúcar para superar nuestra caída de energía. Pero al final, nuestra fatiga nos alcanza, haciendo que el trabajo esencial sea mucho más difícil de lo necesario.

La forma más fácil es reponer nuestra energía física y mental continuamente tomando breves descansos. Podemos planificar esos descansos en nuestro día. Podemos hacer lo siguiente: 

  1. Dedicar las mañanas al trabajo esencial. 
  2. Dividir ese trabajo en tres sesiones de no más de noventa minutos cada una. 
  3. Tomarnos un breve descanso (diez a quince minutos) entre sesiones para descansar y recuperarnos.

Capítulo 5: DARSE CUENTA

Este capítulo nos invita a reflexionar sobre el poder de la presencia, darnos cuenta de que se logra un estado de mayor conciencia cuando entrenamos a nuestro cerebro para que se concentre en lo importante e ignore lo irrelevante. 

Eso me llevó a pensar en el auge de las apps de atención plena, en mi caso en particular exploto la funcionalidad de mi iWatch en el cual se han programado minutos a lo largo del día en los que te llega una notificación que te invita a respirar y simplemente estar, honestamente al inicio ignoraba todas esas notificaciones pero a partir de que leí este libro comencé a ponerlas en práctica y puedo decir que me han ayudado muchísimo a incrementar no solo mi rendimiento sino mi sentir a lo largo del día.

Otro ejercicio valioso que comparte el autor es el de despejar nuestros espacios físicos antes de despejar la mente, confieso que esta es una de las razones por las que me gusta mucho mudarme de casa, es la mejor oportunidad que me he generado a mí misma de poder hacer un reseteo de todo, priorizar entre lo que es esencial y desechar lo que realmente no es importante.

Parte 2: Effortless Action / Acción sin esfuerzo

¿Qué es la acción sin esfuerzo? Acción sin esfuerzo significa lograr más intentando menos. Dejas de procrastinar y das el primer paso obvio. Llegas al punto de finalización sin pensar demasiado. Progresa al mantener el ritmo en lugar de seguir adelante. Logras demasiado sin esforzarte demasiado.

Sin duda, la naturaleza es una gran maestra en estas prácticas de la acción sin esfuerzo, pienso por ejemplo en la generación de las estalactitas, las estalactitas son en términos práctivos unos “piquitos” que se forman principalmente en los techos de las cuevas. Toda estalactita comienza a crearse con una simple gota de agua mineralizada. Cuando la gota cae, deja detrás de ella un fino reguero de calcita. Cada gota sucesiva que se forma y cae deposita otra pequeña capa de calcita. Finalmente, estas capas forman un estrecho tubo (0,5 mm). Estos pequeños tubos pueden hacer crecer una columna secundaria de acreción o pilar.

Lo que quiero decir es que es una sola gota la que logra crear paisajes como estos:

Probablemente lo que me vas a decir es que tú “no tienes tiempo” de hacer las cosas “tan despacito” pero justo este capítulo nos invita a pensar que no es que necesitemos todo el esfuerzo o la energía en algo a corto plazo sino en las cosas que realmente son esenciales, es decir, las que con el tiempo realmente importarán.

Al final del día “Pasado cierto punto, más esfuerzo no produce un mejor rendimiento. Por el contrario, sabotea nuestro desempeño.” Los economistas llaman a esto la ley de los rendimientos decrecientes: después de cierto punto, cada unidad extra de insumo produce una tasa de producción decreciente. El autor nos pone el siguiente ejemplo: “Si escribo durante dos horas, puedo producir dos páginas. Pero si escribo durante cuatro horas, puedo producir tres páginas. La tasa de producción se está desacelerando.» 

Imagen recuperada del libro: Effortless

Es por ello que como lo vemos en el gráfico anterior, debemos darnos a la tarea de encontrar ese punto de “acción sin esfuerzo”.

Este es el punto óptimo para hacer lo que importa. En la filosofía oriental, los maestros llaman a este punto dulce wu wei (pronunciado Oo-Way). Wu significa «no tener» o «sin». Wei significa «hacer», «actuar» o «esfuerzo». Entonces wu wei, es literalmente «sin acción» o «sin esfuerzo», significa «intentar sin intentar», «acción sin acción» o «hacer sin esfuerzo». El objetivo es lograr lo que importa intentando menos, no más: lograr nuestro propósito con una intención reprimida, no con un esfuerzo excesivo.

Capítulo 6: DEFINIR

Sin duda lo más rico de este capítulo es el siguiente gran consejo o tip:

“Yo defino» terminado «como el punto justo antes de que el esfuerzo invertido comience a ser mayor que el resultado logrado». 

Todos tenemos proyectos esenciales que queremos completar. Pero a menudo somos incapaces de llevar nuestro proyecto a la acción. Muchas de las veces, la solución es simplemente decidir cómo se vería en la realidad. Tener claro cómo se ve «terminado» no solo te ayuda a terminar; también te ayuda a empezar. Con demasiada frecuencia, postergamos o luchamos para dar los primeros pasos en un proyecto porque no tenemos una meta clara en mente. Tan pronto como definimos como se vería «hecho», le damos a nuestra mente consciente e inconsciente una instrucción clara. 

Es por ello que en mis talleres, sobre todo de “futuros” siempre hago ejercicios de cómo se ve ese futuro y le pido a los asistentes que los verbalicen en presente, esa es la clave para que puedan comenzar a ejecutar las acciones que los llevarán a ese futuro.

Según el autor, solo se necesita un minuto de concentración para aclarar qué aspecto tiene“ hecho”. 

Por ejemplo:

Capítulo 7: INICIAR

No sé tú pero yo hasta antes de este libro no había escuchado hablar de las “microbursts” o microrráfagas.

Una microrráfaga es una oleada meteorológica que provoca fuertes vientos y tormentas durante un período breve pero intenso, entre diez y quince minutos. Una columna de viento cae de una nube de lluvia a velocidades de hasta noventa y cinco kilómetros por hora, golpeando el suelo con tal fuerza que puede derribar árboles. 

Para el autor, ésta es la pequeña explosión de motivación y energía que obtenemos al tomar esa primera acción obvia. Y a partir de ahí, nuestra energía, y confianza, solo aumenta con cada acción posterior. Por ejemplo: 

Capítulo 8: SIMPLIFICAR

Si has jugado o tienes las Blackbot Innovation Cards, sabrás que simplificar es una de las tácticas de innovación que podemos aplicar en nuestras compañías, pero no es solo eso. Simplificar es una de las tácticas que deberíamos trasladar a todo lo que hacemos y no es que para simplificar el proceso haya tan solo que simplificar los pasos, a veces  necesitamos ser más tajantes e incluso simplemente eliminarlos. El autor nos invita a reconocer que no todo requiere que hagamos un esfuerzo adicional. 

Capítulo 9: PROGRESAR

Hace unos años, me enteré de que en la milicia sobre todo en los equipos de “Black Ops” se tiene una frase casi a modo de mantra que dice:

“Buscamos progreso, no perfección”.

Me encantó tanto que la adopté como parte de la filosofía de Blackbot, este proyecto de la Black Creative Intelligence es un claro ejemplo de ello, si nos hubiéramos esperado a tener la tecnología más completa, más segura y más robusta, este proyecto seguiría en espera de ser lanzado, hoy mismo al escribir este artículo sé que seguro se me habrán ido algunas fallas pero si me espero a tenerlo perfecto probablemente me tarde más o peor aún ya no tendré oportunidad de publicarlo.

El capítulo justo nos invita a pensar en ello, si queremos escribir un libro debemos adoptar lo que Greg llama un «borrador cero» y simplemente poner algunas palabras, cualquiera que estas sean, en la página.

Capítulo 10: MARCAR EL RITMO

¡Sorpresa! Otro mantra militar:

“Slow is smooth. Smooth is fast”.

Es decir, cuando vas lento, las cosas son más suaves y cuando las cosas están suaves, puedes moverte más rápido.

Cuando vas lento, las cosas son más suaves. Tienes tiempo para observar, planificar, coordinar esfuerzos. Pero tampoco debes ir demasiado lento como para quedarte atascado o perder el impulso. 

Para progresar a pesar de la complejidad y la incertidumbre que encontramos a diario, debemos elegir el rango correcto y mantenernos dentro de él. Incluso cuando queremos hacer un progreso constante en un proyecto prioritario. Es posible que hayamos planeado pasar la mañana en nuestro escritorio y, en cambio, nos encontremos atrapados en reuniones.

El autor nos pone el siguiente ejemplo:

“Es posible que hayamos bloqueado horas en nuestro calendario para trabajos importantes y, en cambio, nos encontramos lidiando con un colapso de un niño pequeño. Luego, para compensar nuestra falta de productividad percibida, trabajamos durante todo el fin de semana, en una loca carrera por el progreso. Sabemos que esto tiene un costo: trabajo de baja calidad, mayor culpabilidad y menor confianza.”

Ante este tipo de situaciones Greg nos sugiere usar siguiente regla: 

“Nunca menos de X, nunca más de Y.”

Parte 3: Effortless Results / Resultados sin esfuerzo

Lo más importante para mí en este capítulo fue reflexionar sobre los resultados lineales y los resultados residuales.

Los resultados lineales son limitados: Nunca pueden exceder la cantidad de esfuerzo realizado. Sin embargo, muchas personas no se dan cuenta de que existe una alternativa mucho mejor, los resultados residuales.

Con los resultados residuales, uno se esfuerza una vez y obtiene los beneficios una y otra vez. Los resultados continúan fluyendo hacia ti, ya sea que hagas un esfuerzo adicional o no. Los resultados fluyen hacia nosotros incluso mientras dormimos. o cuando nos tomamos el día libre. Los resultados residuales pueden ser prácticamente infinitos.

Por ejemplo: un autor que escribe un libro y recibe regalías durante años obtiene ingresos residuales. Una persona que hace algo todos los días, habitualmente, sin pensar, sin esfuerzo, se beneficia de la acción residual. 

Eso nos pasa con el podcast, en realidad es un playground para nosotros pero gracias a él y a todo lo que hacemos de manera constante (como la estalactita) nos permite generar reputación, misma que a su vez tiene por consecuencia que lleguen proyectos cada vez más interesantes y alineados a nuestra filosofía, lo mejor de todo es que llegan incluso cuando estamos descansando o de vacaciones.

Imagen recuperada del libro: Effortless

Por otro lado, nos habla del esfuerzo sin esfuerzo versus potenciar sin esfuerzo. Una palanca es una máquina simple que facilita el trabajo. Está compuesto por una viga rígida que descansa sobre un punto de apoyo. Cuanto mayor sea la distancia entre el fulcro y el punto de la viga donde se ejerce la fuerza, menos fuerza se requiere para mover un objeto pesado o levantar una carga pesada. La palanca, en otras palabras, multiplica el impacto del esfuerzo que ponemos. 

Arquímedes, el matemático e ingeniero mecánico griego, es considerado el primero en descubrir el principio de apalancamiento. Se cree que dijo que si tuviera una palanca lo suficientemente larga y el lugar correcto para pararse, podría mover el mundo. 

Al autor le fascina cómo podemos aplicar el principio de apalancamiento en otras áreas. Aquí hay algunos (de muchos) ejemplos:

Palanca: Aprendizaje

Resultados residuales:

Palanca: Enseñanza

Resultados residuales:

Capítulo 11: APRENDER

“El conocimiento puede abrir la puerta a una oportunidad, pero el conocimiento único produce oportunidades perpetuas”.

Prácticamente este capítulo nos invita a sembrar las semillas de lo que en el futuro cosecharemos. A pensar a largo plazo.

Ganas credibilidad. La gente viene a ti. Las oportunidades te llegan. Obtienes un apalancamiento increíble cuando te encuentras entre las únicas personas con esa experiencia precisa. En otras palabras, una vez que desarrollas la reputación de saber lo que nadie más sabe, las oportunidades fluirán hacia ti durante años. 

Capítulo 12: ELEVAR

Lo que este capítulo nos enseña es que cuando aprendemos a enseñar, nos enseñamos a aprender de nosotros mismos. Enseñar a los demás también es una forma acelerada de aprender. 

En mi caso he podido vivir en carne propia esta teoría, crear BlackSchool me ha brindado los mayores y mejores aprendizajes de mi vida, enseñar me enseña a aprender, aprendo de mis estudiantes, de sus problemas, de sus aciertos y fracasos, incluso de lo que no me dicen.

Coincido totalmente con el autor, siempre había enseñado pero enseñar en BlackSchool me ha permitido enfocarme más intensamente. Escuchar para comprender. Pensar en mejores formas de expresar mis ideas.

Capítulo 13: AUTOMATIZAR

Libera espacio en tu cerebro automatizando tantas tareas esenciales como te sea posible. Utiliza listas de verificación para hacerlo bien en todo momento, sin tener que depender de tu memoria. Tome el camino de la alta tecnología para lo esencial y el camino de la baja tecnología para lo no esencial.

Algo que me preguntan constantemente es como le hago para cazar señales y tendencias, la verdad es que actualmente mucha de esa tarea está automatizada gracias a que uso Pocket y Flipboard, por un lado uno me ayuda a encontrar contenido de ciertos temas y el otro a agruparlo en clusters, de tal forma que no tengo que pasar tiempo etiquetando a mano cada noticia, artículo o elemento ni tampoco agrupándolo.

Al final el punto de este capítulo es ¿Cómo podemos usar la tecnología para automatizar las cosas que realmente importan en nuestra propia vida diaria?

Aquí algunos ejemplos:

Dominios esenciales: Tu salud

Automatización sin esfuerzo:

Dominios esenciales: Tus relaciones

Automatización sin esfuerzo:

Capítulo 14: CONFIAR

Aquí se enfoca mucho en el mundo organizacional, por ejemplo, cosas como contratar de forma correcta una vez y seguir produciendo resultados una y otra vez. 

El autor nos invita a seguir la regla de las Tres I: 

Contrata personas con integridad, inteligencia e iniciativa. 

Capítulo 15: PREVENIR

Me encanta que aunque muy cortito dedico un capítulo al tema de la prevención, a no limitarnos a gestionar los problemas sino a resolverlos antes de que sucedan. A todo esto el autor lo llama la larga cola de la gestión del tiempo. Cuando invertimos nuestro tiempo en acciones con una larga cola, continuamos cosechando los beneficios durante un largo período.

Para ello McKeon sugiere que nos preguntemos:

El objetivo es encontrar lo más molesto que se pueda solucionar en el menor tiempo posible.

Una vez que comiences a hacer estas preguntas, comenzarás a notar las pequeñas acciones que puedes tomar para hacer tu vida más fácil en el futuro. 

Por ejemplo, nos cuenta que una vez tuvo un cliente que llegaba sumamente tarde a las reuniones. Sabía que cada vez que sucedía, estaba dañando su reputación y credibilidad. Y cada vez que veía una reunión importante en su calendario, experimentaba una ansiedad aguda; irónicamente, estaba tan consumida por la preocupación por llegar tarde de nuevo, perdería la noción del tiempo y su peor miedo se haría realidad. Finalmente, encontró una manera de prevenir el problema antes de que sucediera; cada noche pasaba dos minutos revisando el calendario del día siguiente y estableciendo un recordatorio para que apareciera cinco minutos antes de cada reunión. El simple hecho de saber que se establecieron los recordatorios alivió su ansiedad y pronto perdió el hábito de llegar tarde.

Imagen recuperada del libro: Effortless

CONCLUSIÓN

Sin lugar a dudas es uno de los libros que más cambios me permitió hacer en este año, pero más allá de eso, creo que este libro llega justo en el momento en donde vivimos el bornout extremo, en un mundo donde tomar una siesta a la mitad del día pareciera contraproducente, un mundo en el que se ha privilegiado tomar el camino más difícil, desde mi perspectiva este es el gran valor del libro, que nos permite cuestionarnos cuál podría ser la forma más sencilla de hacer las cosas.

Quizás la única deficiencia que le encuentro a este libro es que no dice mucho sino has leído antes Esencialismo.

¿Tú qué opinas?

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