Si en este momento, siendo junio de 2021 haces una búsqueda sobre “memeconomy” lo primero que te aparecerá en los resultados es un evento que se llevó a cabo en marzo de este año.
El evento fue organizado por Chris Torres, el creador del GIF Nyan Cat que a finales de febrero de 2021 logró rematar en la plataforma Ethereum por $544,800 dólares.
El evento comenzó el lunes 8 de marzo con la subasta Bad Luck Brain en $37,000 dólares, mientras que Coughing Cat obtuvo ganancias por $1,242 dólares.
También se consideraron memes como Kitty Cat Dance, Scumbag Steve, The Keyboard, Grumpy cats, la mayoría seguro te sonarán extraños a menos que hayas estado en Internet a principios de la década de 2010.
¿Te imaginas que en el futuro en lugar de tener cuadros colgando de la pared tengas memes que al activar con realidad aumentada puedas incluso interactuar con ellos?
Probablemente la idea de tener memes colgando en tu casa te parezca repulsivo, es más, quizás la idea de comprar un meme ya te parece lo suficientemente absurda pero te tengo un recordatorio, lo que hoy nos parece horrendo, abominable, absurdo o estúpido es lo que se puede convertir en realidad en el futuro.
A largo plazo, Chris Torres cree que los memes NFT se convertirán en coleccionables, y que «eventualmente alguien querrá tenerlos todos» y «será una gran pelea poseer todos los memes cuando llegue ese momento». «No puedo esperar a ver eso como una sala de realidad virtual con todos los memes mostrados, eso es como … eso sería increíble, como una gran colección de memes».
Y es que como ya lo analizó Jon en el artículo de entendiendo al NFT, esto no es un berrinche de unos cuantos, es una nueva forma de diseñar, crear y compartir, por lo tanto, tenemos que aceptar que los memes son en muchos sentidos los pilares de la economía.
Para explorar este último punto voy a usar al rey de los memes en Internet: Elon Musk.
Gamestonk!! https://t.co/RZtkDzAewJ
— Elon Musk (@elonmusk) January 26, 2021
Los memes no nacieron con Internet
La palabra «meme» fue acuñada por primera vez por el biólogo Richard Dawkins en su exitoso libro The Selfish Gene. Dawkins observó que así como los genes crean copias de sí mismos (cuando nos reproducimos), las ideas también crean copias de sí mismas (cuando entablamos una conversación). Llamó a estas ideas «memes».
El significado original de «meme» era cualquier idea que se copiara de un cerebro a otro. Eso incluye métodos para hacer fuego, estilos de arquitectura, idiomas, canciones, eslóganes, recetas e incluso nombres de bebés. Al igual que los genes, algunos memes son de corta duración (piensa en manías o modas), mientras que otros perduran durante siglos (piensa en el Juramento a la Bandera o el Padrenuestro).
El significado actual de “meme” es mucho más limitado, prácticamente es cualquier foto o video divertido que se vuelve viral.
Los memes son la forma en que se comunica la generación de Internet . Para intentar comunicarse con dichas audiencias, los “especialistas” en marketing/comunicación/publicidad fingen aprender a usar el estilo de los memes de una manera divertida, no forzada. Sin embargo, no lo han logrado.
Por su parte, Elon Musk, a diferencia de la mayoría de dichos especialistas, en realidad sabe cómo crear grandes memes.
La fórmula del meme
Mucho se ha estudiado al respecto, de hecho, el tema de los memes es tan serio que el ejército de Estados Unidos ha estado estudiando los memes, simplemente porque ha descubierto el poder de los memes para cambiar de opinión e influir en el comportamiento, especialmente de los jóvenes.
A esta nueva área de investigación se le ha llamado nada más y nada menos que «memética militar (military memetics)».
A este proyecto le antecedieron proyectos de la DARPA como Epidemiology of Ideas que nació con la intención de “predecir la cultura cambiante y examinar la creación, propagación e impacto de las ideas”.
En 2011, el investigador militar Dr. Robert Finkelstein realizó un estudio exhaustivo sobre los memes en nombre del gobierno de Estados Unidos. En su excelente presentación de diapositivas de 150 páginas, definió cuatro criterios que hacen que un meme se convierta en un gran meme:
- Los memes son información: no solo fotos divertidas, sino cualquier tipo de idea, dicho, canción, eslogan o imagen.
- La información debe propagarse, lo que significa que debe copiarse. Él sugiere arbitrariamente una escala de 10x, lo que significa que una persona necesita compartir el meme con al menos otras 10 personas en promedio.
- La información debe persistir: sugiere que la información debe durar al menos 10 horas.
- Finalmente, tiene que tener impacto, lo que significa que o marca una diferencia en nuestro comportamiento (nos hace actuar de manera diferente) o en el funcionamiento observable de nuestro cerebro (nos hace pensar de manera diferente).
Con lo anterior, Finkelstein obtuvo que la fórmula del meme es:
La cualidad de un meme es su capacidad para propagarse, multiplicado por cuánto tiempo persisten esas copias, con la finalidad de influir en el comportamiento.
Según el libro The Meme Machine, la autora Susan Blackmore menciona que existen enormes grupos de memes y los llama «memeplex». El mismo Elon Musk podría clasificarse como una especie de memeplex.
Frodo was the underdoge,
— Elon Musk (@elonmusk) February 11, 2021
All thought he would fail,
Himself most of all. pic.twitter.com/zGxJFDzzrM
En el post que hablé sobre los virus, te explicaba cómo funcionan, por esa razón cuando un video se propaga como la pólvora, decimos «se volvió viral». ¿Por qué? Porque los memes se comportan literalmente como un virus.
Así como los genes son los componentes básicos de la vida, los memes son los componentes básicos de la cultura. Los genes se copian de cuerpo en cuerpo; los memes se copian de cerebro en cerebro.
Los genes también se pueden secuenciar para crear un virus, que puede volverse tremendamente contagioso. De manera similar, los memes se pueden «secuenciar», o crear con tal habilidad y precisión, que pueden volverse extremadamente contagiosos.
Es por eso que el libro de Richard Brodie sobre memes se llama literalmente Virus de la mente. El libro, sostiene que podemos diseñar buenos memes para mover nuestras vidas en una dirección positiva. Ya sean útiles o dañinos, los buenos memes cumplen con una característica importante: son contagiosos.
No eres tú, son los memes
Noticias de última hora: ¡Tus pensamientos no siempre son tuyos!; simplemente estás «infectado» con ellos. Piensa por ejemplo cuando escuchas una canción «pegadiza», un «eslogan» o te han contado un chisme o un chiste, te ocurre lo mismo que cuando te enfermas de gripa, presentas síntomas de contagio.
La forma en que funciona un virus es secuestrando la «maquinaria» de tus células para hacer sus propias copias. Literalmente se mueve hacia las células de tu cuerpo y se hace cargo de la fábrica, luego comienza a producir copias infectadas de sí mismo. Los memes, ya sean dañinos o útiles, hacen lo mismo: se mueven a tu cerebro y desde allí se propagan a través de tus palabras, acciones, votaciones, preferencias, etc.
Es por eso que la creación de memes es crear una superpotencia, o dicho en otras palabras, estamos diseñando supervirus que tienen una alta probabilidad de apoderarse del mundo.
Algo muy importante es que los memes bien diseñados cobran una vida independiente de su creador. Un buen meme obedecerá las leyes de la evolución, buscando crear nuevas y mejores copias de sí mismo, evolucionando con el tiempo. Es decir, se emancipan rápidamente.
Si bien la mayoría de los investigadores de memes creen que los memes (como los virus) no son criaturas vivientes, hay otra escuela de pensamiento que dice que los memes pueden ser estructuras vivas o incluso entidades metafísicas (en cuyo caso “quieren” que las creemos bien).
Deconstrucción de un meme
¿Alguna vez has tratado de explicar en un lenguaje sencillo lo que el meme está comunicando? Es tan sencillo como complejo a la vez.
I’m an alien
— Elon Musk (@elonmusk) February 12, 2021
Los memes viven en el limbo de lo complejo y lo simple, lo serio y lo absurdo, lo entretenido y lo crudo y desde mi punto de vista esa es su verdadera magia, es como un buen chiste, te hace reír pero al mismo tiempo te incomoda.
Ingredientes para un buen meme
Al igual que los buenos genes, los buenos memes necesitan un entorno específico para prosperar. Y claro, primero necesitan una forma de entrar. Esto no es fácil en un mar de contenidos. Algunos de los factores que desafortunada o afortunadamente secuestran el cerebro humano son:
- Disonancia cognitiva: ¿Por qué crees que Elon Musk pone ideas en la mesa como automóviles que se conducen solos, o nombra a su hijo X Æ A-12?
- Caballo de Troya: Autos medianamente diferentes que te hacen olvidar que son eléctricos y que empañan la idea de que el auto eléctrico ya existía en 1800.
- Hablar con audiencias de nicho: Elon Musk aunque no lo parezca no le habla a toda la gente, ni siquiera a todo Twitter, le habla a los r / WallStreetBets, a los r / memes a los r/ popular (si no sabes qué es esto abre una cuenta de Reddit)
- Repetición: Ahora ya conoces la respuesta de por qué Elon Musk tuitea Dogecoin repetidamente durante un período de tiempo.
- Ver a otras personas difundirlo: Claro, si la caja de resonancia no suena es porque no es interesante, por eso todos los “me gusta y retuits” hacen pensar a muchos que Musk debe tener razón.
Cada vez que la gente comenta lo que está haciendo Elon Musk, están compartiendo sus memes, sin mencionar el meme del propio Elon Musk. No importa si apruebas o desapruebas lo que está haciendo, es claro que está infectando otros cerebros. Y si el meme tiene éxito, esos cerebros infectarán a otros cerebros.
Por lo tanto, lo que Elon Musk está ejecutando no es una estrategia de memes, es una estrategia económica, bueno sí, con memes por eso Memeconomy funciona como un gran punto de partida sobre todo lo que te estoy comentando.
Con este ejemplo podemos analizar que quien diseña y distribuye los memes está diseñando la realidad, piensa por ejemplo en las misiones a Marte, hace solo unos años ni siquiera estaban sobre la mesa, nadie realmente las consideraba seriamente, excepto ciertos grupos como los astronautas, las personas que aman la ciencia ficción pero si somos honestos, el programa espacial de Estados Unidos estaba en un estado de decadencia. Entonces apareció Musk y su capacidad de moldear la realidad. Por lo general, hace una proclamación absurda, la gente lo ridiculiza por un tiempo, luego (a medida que el meme se propaga e infecta los cerebros), se convierte en parte de la conversación global.
¿Te das cuenta? Elon Musk aplica la fórmula del meme una y otra vez, y ojo aquí, yo tengo muchos temas con Elon Musk y lo detesto en varias formas y sentidos pero me desapego de mis sentimientos para analizar objetivamente que logró hacer que Marte pasara de ser una imposibilidad a ser una posibilidad: eso sucedió en menos de una década.
Esa misma fórmula la aplicó con los coches eléctricos que pasaron de ser una improbabilidad a una rentabilidad salvaje, eso también sucedió en menos de una década.
Todo esto confirma que la estrategia de Musk es económica, no solo se está haciendo el gracioso.
Aquí otro ejemplo, Tesla movió $1.5 mil millones de dólares de su tesoro corporativo a bitcoin, luego Musk comenzó a tuitear al respecto, incluso anunciando que la gente podría comprar un Tesla con Bitcoin. El precio de Bitcoin había disminuido considerablemente, así que tuitear prácticamente fue como acuñar dinero, después del tuit la inversión en Bitcoins de Tesla se incrementó al menos un 22% en menos de una semana .
¿Qué tiene que ver todo esto con llegar a Marte? Todo funciona en conjunto. Tesla y SpaceX son dos compañías separadas, pero están dirigidas por la misma persona. Cuanto más genera entusiasmo en torno a una, más aumenta el entusiasmo en torno a la otra. Musk es el vórtice arremolinado de memes que modifican la realidad y hacen dinero.
El mercado de valores de los memes (meme stock)
Si eres un ávido seguidor de las noticias del mercado de valores, probablemente te hayas encontrado con el término «meme stock«. Y si no, aquí hay una definición: una acción de meme es una acción que se ha vuelto viral en línea, atrayendo la atención de los inversores minoristas. Las acciones de memes se han vuelto cada vez más populares en los últimos tiempos. Recientemente, el término llegó a los titulares de los medios cuando el popular stock de memes GameStop (GME) se disparó de precio en una narrativa similar a David contra Goliat. Y aunque estas acciones de memes pueden ser una noticia interesante, tienden a tener implicaciones de gran alcance para el inversor medio.
Lo que hay que rescatar de esta definición es que los memes ya dejaron de ser piezas de entretenimiento para convertirse en la forma en que se comunica una nueva generación de inversores.
El tema y el riesgo es que cuando los memes se utilizan para promover inversiones específicas en el mercado de valores (GameStop) o inversiones en el mercado de bloques (Dogecoin) donde hay muy poco valor subyacente, tenemos un problema, porque las cosas pueden escalar rápidamente.
Pero… ¿Qué pasaría si usamos los memes para bien?
Es decir, qué pasaría si pudiéramos aprender a crear “buenos” memes para respaldar grandes inversiones, usando el poder de los memes para el bien, podríamos ayudar a crear una nueva generación de mercado de memes.
¿Cómo cambiamos este modelo? En resumen, creando una mejor economía de memes.
Y es que cuando hablo de mejor economía me refiero a los problemas que estamos padeciendo en el presente, cómo el dolor económico, político, terrorista y pandémico. A diferencia de otras generaciones, los momentos de crisis no están siendo momentos que experimentamos durante un tiempo o una fase, sino que se han vuelto una realidad durante toda nuestra vida, eso ha definido cómo nos sentimos, percibimos y nos comunicamos.
Vivimos al igual que los memes en una realidad que raya en mundos que parecen contradictorios, por un lado amamos el tema de poder conectarnos y por otro tenemos un deseo de vivir lejos del teclado o las pantallas. Yo creo que ambos pueden prevalecer.
Pero solo lo lograremos si realmente profundizamos en los fenómenos que estamos viviendo y no solo nos quedamos nadando en la superficie, piensa por ejemplo en los emojis, así como hubo quien dejó su huella a través de las pinturas rupestres, hoy en día la estamos dejando a a través de los emojis, no sé si lo habías pensado pero esta es una nueva forma de ser analfabeta, muchas personas creemos que los entendemos pero hoy en día, una carita sonriente no es solo una cara sonriente.
El uso de emojis revela la edad, la personalidad o la voz de una persona. Por ejemplo, el ? en realidad no es una forma común de mostrar risa. Las nuevas generaciones tienden a usar ? o ? para expresar que encontraron algo gracioso.
Cualquiera que esté al tanto siente que la explicación es innecesaria, pero la mayoría no lo sabe. La mayoría es analfabeta. Lo que quiero decir es que el lenguaje está siendo remezclado y renovado.
¿Sabías qué en las redes sociales, es más probable que los adultos jóvenes compartan un meme que una selfie o una foto de su comida. ¿Por qué?
- El meme contiene más información emocional que texto.
- El meme está incrustado con datos culturales, que sirve como mensaje secundario.
- Lo que se comunica se subcontrata de manera segura a un personaje (es decir, «No lo estoy diciendo, ellos lo están»)
- Los memes dicen verdades ricas y colectivas. Y en un mundo con poco tiempo, las representaciones visuales son más rápidas de convocar y consumir. No desaparecerán.
En una entrevista que se le hizo a Don Caldwell, editor en jefe de Know Your Meme, comentó:
«La alfabetización de memes se ha vuelto cada vez más importante a lo largo de los años, e incluso parece que se está acelerando».
Como biblioteca mundial de memes, Know Your Meme democratiza la educación y, por lo tanto, la cultura y el idioma.
“Know Your Meme se toma esto muy en serio, ya que proporcionamos un recurso para que las personas obtengan una comprensión suficiente de los memes para participar en este tipo de comunicación”, dice Caldwell. «También creo que los historiadores del futuro obtendrán una visión mucho más profunda de la cultura de diferentes períodos de tiempo al tener recursos como Know Your Meme».
El valor social central de Know Your Meme es que se actualiza a diario, proporcionando una explicación precisa en tiempo real del zeitgeist. Es más que solo comprender, es mantenerse al día.
Para una generación que tiene un sentimiento tan complejo y matizado, estos medios no verbales pero coloridos son necesarios para transmitir lo que se siente.
Kaitlyn Tiffany, de The Atlantic, señala que «el impulso de la clasificación es un elemento básico de la vida en Internet»; en esencia, las personas disfrutan del uso de memes porque son reconocibles para un subconjunto específico de personas, lo que indica que pertenecen a un grupo específico o se suscriben a una estética específica. Similar a un chiste local a gran escala. Los memes solían construirse en contextos de nicho, pero ahora se basan en el contexto de la cultura pop. Poseen una cualidad llamada «intertextualidad», o que su significado hace referencia a un artefacto cultural existente. Para entender un meme, debes tener cierto conocimiento cultural y la capacidad de interpretar lo que significa cada elemento del meme.
Los memes son marcos; son esqueletos. A menudo contienen bromas, pero no son, en sí mismas, divertidas. Proporcionan una plantilla o canvas en la que se pueden escribir un número infinito de frases clave y observaciones. Su uniformidad los hace atractivos, porque dan preferencia inherentemente a los que saben; aquellos que pueden identificar el meme cuando otros no pueden.
Los memes son un proxy comunicacional. Aprovechar un proxy para la entrega de nuestros pensamientos se lee como algo salido de la ciencia ficción, pero ya es una norma y cada vez se confía más en ellos. Mientras que los emojis están ayudando a embravecer nuestros mensajes, los Memojis están actuando como suplentes haciendo gran parte del trabajo pesado de nuestra expresión. Los avatares de Snap, Apple y Facebook nos ayudan a «decir» lo que nuestras palabras no pueden o no queremos decir nosotros mismos. Los memes juegan el mismo papel que estos avatares. Son suplentes.
Pero los memes no se limitan a la cultura pop; cada vez más, se crean y utilizan para reaccionar ante problemas legítimos y eventos actuales. Los memes se han convertido en una forma de participación cívica, o una forma fácil de participar en la narrativa de problemas sociales, culturales, políticos y económicos, convirtiendo así en «personajes» a sus actores clave: animales, celebridades, políticos e incluso personas comunes, cuyas semejanzas se convierten en significantes de sentimientos, emociones y opiniones generados por los usuarios.
Esto refleja la difuminación de las líneas que solían definir con firmeza la cultura popular como entretenimiento. Lo que ahora constituye la cultura pop (y los memes) no son solo los medios como la televisión, la música y las películas, sino los eventos de la vida real; ahora todo, desde el trauma hasta la salud mental, se puede identificar a través de los memes.
Entonces, podemos interpretar los memes no como imágenes discretas, sino como piezas de una narrativa más amplia, una que explica cómo han cambiado la forma en que hablamos, tanto en línea como fuera de línea.
Podemos decir que los memes se han vuelto más absurdos con el tiempo para adaptarse a las tendencias y al humor actuales; una progresión de memes prescriptivos a memes más conceptuales (implican más saltos de lógica).
El humor, las tendencias y los memes son reflejos tanto de las ansiedades actuales como de las idiosincrasias culturales, pero también ayudan a moldear y son moldeados por los medios: si controlas los medios, controlas la cultura. En última instancia, los memes “hablan sobre verdades colectivas” que resuenan en la gente.
En medio de una pandemia, estamos viendo un aumento en las personas que anhelan una vida más simple y provinciana, lejos de las complicaciones de la sociedad moderna, conocida como «cottagecore».
Gran parte de la cultura de Internet durante el año pasado (2020) ha consistido en idealizar tu vida y disfrutar de las cosas que te hacen feliz frente al desmoronamiento de la civilización occidental.
Puede parecer una tontería o una tontería fuera de contexto, pero cuando realmente miras el panorama más amplio, puedes rastrear los cambios culturales que ocurren en tiempo real, a través de memes.
Si bien entendemos el habla como comunicación hablada, los mismos principios se aplican al texto escrito, las imágenes, las expresiones faciales y los gestos, todos los cuales constituyen un recurso semiótico; se utilizan para crear significado: expresar juicios, compartir emociones, contar un chiste o avanzando un argumento. Al igual que los actos de habla, los memes requieren un «hablante» y un receptor, que comprenda e interprete el significado deseado por el hablante. A través de los memes, el creador (hablante) entra y facilita la comunicación con la comunidad digital.
Pero es más que una forma divertida de responder en plataformas digitales. El profesor de Comunicación Social y Estudios de Medios, Jakub Nowak, escribe que:
“… compartir memes es una práctica social importante de redistribuir textos culturales que pueden reproducir y / o cuestionar las ideologías dominantes. La experiencia de usar memes de Internet proporciona a las personas los placeres del consumo creativo cultural y mediático y esto es claramente una práctica ideológica.”
Así es como participamos del discurso cultural; los memes son un vehículo de autoexpresión y la esencia de la cultura popular.
Milner define los memes de Internet como «artefactos de medios de aficionados, ampliamente remezclados y recirculados por diferentes participantes en las redes de medios sociales». Esta definición corresponde en cierta medida a las ideas expresadas en las teorías de la multimodalidad y la semiótica. También habla de la idea detrás de la resemiotización, que se describe como el «proceso de cambio semiótico en la circulación y el flujo de discursos a través de las fronteras sociales y culturales».
Milner identificó 13 tipos de memes. Estos 13 tipos se dividen en imágenes remezcladas e imágenes estables. Las imágenes remezcladas se separan en imágenes individuales e imágenes apiladas.
El caso de TikTok es excepcional ya que su naturaleza siempre cambiante es lo que lo convierte no solo en un lugar donde se crean tendencias, sino que también lo hace especialmente sensible al zeitgeist.
Como resultado, se están produciendo más memes que nunca y compiten, proporcionalmente, por un ancho de banda cada vez más reducido de nuestra atención colectiva. Sin embargo, eso no explica por qué la velocidad a la que los memes se crean y se descartan parece tan alta en la historia muy reciente. Para completar el panorama, debemos considerar el contexto de este momento: la pandemia de COVID-19.
Esto, en mi opinión, fue el catalizador del gran nivel de producción que estamos viendo en línea: todos (bueno casi todos) estamos adentro, ahora, utilizando Internet como nuestro medio principal de mantenernos al día con el mundo exterior y con nuestros seres queridos.
No es un gran esfuerzo de imaginación sugerir que más personas están sucumbiendo a la idea de crear memes como una forma de autoexpresión.
Lo que hace que TikTok sea significativamente diferente es su capacidad para remezclar rápidamente (es decir, reutilizar el sonido para tu propio video y explorar otras iteraciones con ese mismo sonido). La razón por la que TikTok es una máquina de memes es porque conscientemente bajan las barreras de entrada a la participación. La remezcla y la copia es una función codificada, no un resultado sorprendente. Con frecuencia, la mitad del trabajo ya está hecho (el audio está creado previamente), lo que finalmente simplifica la participación. Debido a que los videos son alegres y tontos, hace que la digestión del contenido también sea fácil (y adictiva).
Ahora estamos conectados con todos y descubrimos que la cantidad no es lo mismo que la calidad. Las aplicaciones que conectan a personas de ideas afines en torno a intereses, pasatiempos y valores. Los memes, ideas o sentimientos compartidos, desempeñarán un papel importante en estas tribus estrechas emergentes.
Ya analizamos como es que la teoría original de Dawkins comparaba los memes con los genes, pero luego se refinó para comparar la propagación de los memes y sus patrones de difusión con los de los virus.
Ambas comparaciones son técnicamente precisas. Los memes contienen un elemento informativo de instrucción o regla para hacer cosas … que (también) pueden propagarse como un virus, por lo que podemos entender los fenómenos virales de Internet como los memes como instancias de «contagio social», lo que significa que se propagan sucesos socioculturales entre poblaciones más como enfermedades accidentales que elecciones racionales. En última instancia, los memes son un reflejo de nuestro deseo de influencia social y conformidad (especialmente entre los adolescentes). Y nuestra propensión a imitar a quienes nos rodean.
El filósofo y teórico de los medios Marshall McLuhan acuñó el término «aldea global» para describir la naturaleza interconectada del mundo como resultado del avance tecnológico. Esto facilita un «cerebro global» o el intercambio universal de ideas para formar una conciencia cultural compartida, esa conciencia resulta estar tangibilizada en forma de memes.
“A medida que la unidad del mundo moderno se convierte cada vez más en un asunto tecnológico más que social, las técnicas de las artes proporcionan los medios más valiosos para comprender la dirección real de nuestro propio propósito colectivo”.
Marshall McLuhan
Sin embargo, hay una salvedad. Como el mismo McLuhan sugiere, “un mundo unido por los medios electrónicos crea un entorno hiperestimulado que amenaza con abrumar al propio sistema nervioso».
Si clasificamos los memes como un método abstracto de comunicar ideas y emociones, vale la pena explorar cómo se imponen otras ideas y emociones; por ejemplo, en forma de lenguaje.
El lenguaje es producto del aprendizaje social, no solo de las palabras, sino de los matices e idiosincrasias del mismo, y gran parte de él se adquiere a través del deseo de comprender la dinámica cultural.
Todos los que conozco que alguna vez hayan aprendido un idioma en serio, hasta el grado de fluidez que abarca el caló, las bromas, el sarcasmo, la discusión, el trabajo, la negociación y el amor, lo han aprendido porque de una forma u otra se vieron obligados a hacerlo a través de un infalible proceso: la humillación social.
El lenguaje es una herramienta extremadamente poderosa: da forma a nuestras perspectivas del mundo y crea expectativas de normalidad y aceptabilidad social, mientras que inconscientemente nos prepara para aceptarlas y validarlas. La jerga en sí misma se convierte en una reliquia cultural, una instantánea de cómo se ve nuestro mundo en un momento dado en el tiempo.
En los regímenes fascistas, el lenguaje suele ser lo primero en desaparecer, porque puede utilizarse como arma para suavizar, normalizar o reforzar los sistemas de opresión y deshumanización. Incluso los términos «normalizar» y «toxicidad» se han vuelto coloquiales en los últimos años, gracias a la creciente desestigmatización de la terapia, y palabras como «interseccionalidad» y la frase «Black Lives Matter» se han popularizado por el renovado enfoque global en las redes sociales. La palabra justicia, ha aparecido como “memes” verbales y estéticos.
La lingüista Gretchen McCulloch escribe en su libro Because Internet: Understanding the New Rules of Language que Internet es un medio ideal para analizar la evolución del lenguaje, porque el habla en Internet no solo no tiene filtros, sino que es completamente democrática: estamos creando nuevas reglas para el lenguaje tipográfico. tono de voz. No el tipo de reglas que se imponen desde lo alto, sino el tipo de reglas que surgen de la práctica colectiva de un par de miles de millones de monos sociales, reglas que animan nuestras interacciones sociales. Las señales contextuales y no verbales como los gestos y las expresiones faciales son importantes en el lenguaje casual. Incluso la comunicación escrita como los mensajes de texto ha evolucionado rápidamente, lo que requiere que las personas lean entre líneas.
Kelly Wright, sociolingüista experimental y candidato Ph.D de la Universidad de Michigan que estudia idiomas, dijo que, con el auge de las redes sociales, “vemos que surgen palabras para definir categorías muy específicas de personas, identidades y comportamientos. En esencia, están marcando eventos compartidos o una comprensión compartida del mundo».
Los memes ya no son solo imágenes o videos; incluyen lenguaje visual como secuencias de emojis, expresiones faciales, poses y gestos con las manos, que se ha convertido en la abreviatura universal de «no me mires» o la admisión de algo vergonzoso en la cultura de la Generación Z.
Los memes y los emojis crean un lenguaje visual reconocible, un lenguaje siempre existente que nunca tiene (o necesita) la oportunidad de solidificarse. Incluso los nativos digitales no pueden reclamar este tipo de discurso como su lengua materna, porque siempre está cambiando.
Con la cantidad adecuada de tracción, los memes pueden convertirse en parte de nuestro léxico cotidiano, una moneda cultural que se intercambia por reconocimiento social. Las comunidades pueden desarrollar sus propios lenguajes, completos con guiones culturales y construcciones de broma que solo tienen sentido para los miembros de esas comunidades o aquellos familiarizados con sus idiosincrasias.
Si una imagen vale más que mil palabras, los GIF o los memes agregan algunas más. Para ser simplistas, los memes son un sustituto de tener que explicar ideas, opiniones, emociones y sentimientos complejos en un entorno que no es propicio para esa expresión. Los memes destilan la complejidad humana y los hacen digeribles… y entretenidos.
Pero regresemos al punto sobre qué pasaría si usáramos los memes para bien.
Si bien, el impacto cultural de los memes no se puede medir con precisión, se puede discernir por su longevidad y alcance. El Dr. Jamie Cohen, experto en cultura digital y fundador del Programa de Nuevos Medios de Molloy College, señala:
“Los memes tienen que funcionar de manera subversiva. Necesitan… No existe un meme del mainstream. Entonces no serían un meme. Una vez que se convierte en mainstream, ya no es memético: es cultura».
Los memes ya no son simplemente partes de la cultura relegadas a un nicho de Internet; en realidad están dictando la corriente principal, afectando todo, desde los medios de comunicación hasta los disfraces de Halloween y la economía. Al igual que los modismos lingüísticos, los memes no solo son una forma de participar en la cultura, sino también una forma intencionada de comunicar un nivel reconocible de intimidad cultural.
“This you?» es un formato de meme que comenzó en Black Twitter y ahora se utiliza como un método eficaz para señalar la hipocresía u otro comportamiento problemático.
This you? https://t.co/wQG653CYQV pic.twitter.com/6B65cROBNq
— Jaleel (@MechaZain) June 2, 2020
… este encuadre particularmente conciso, se ha transformado de simplemente atrapar a un usuario de Twitter en un acto de engaño ligeramente vergonzoso.
Y en un momento en el que se ignoran, pasan por alto o se ocultan tantos delitos y decisiones éticamente cuestionables, los memes se han convertido en una forma de sanciones sociales para marcas, celebridades y otras figuras públicas.
De memes a movimientos
La cultura pop siempre ha influido en la política, pero ambas son inseparables ahora que gran parte del discurso político tiene lugar en línea. Los memes pueden ser una forma legítima de protesta, una forma de transmitir opiniones o disenso cuando la libre expresión es desalentadora o peligrosa, o símbolos con significado político. Como el Movimiento Umbrella en Hong Kong o los emojis “??” que se utilizan para evadir la censura del movimiento #MeToo en China, la cultura de Internet a menudo se cruza con el activismo.
Los memes no son solo un reflejo de la forma en que expresamos nuestros valores en una democracia, también son catalizadores y caldo de cultivo de identidades y mensajes políticos. Nuestra capacidad para compartir, mezclar y transformar memes en acción refleja nuestra propia capacidad para participar en el proceso de construcción narrativa y organización de personas. Cada meme, por pequeño que sea, lleva consigo una narrativa política más amplia, reflejada en muchas formas de expresión no memética, como los medios de difusión, los chats en línea y los discursos en los mítines.
En el fondo, la definición de revolución es la dominación de los marginados, lo que trastorna las estructuras de poder tradicionales. Y la tecnología permite cada vez más cambios culturales al democratizar el poder; no todos pueden marchar, protestar o incluso votar, pero cualquiera puede compartir un meme en línea.
¿Cómo usar para bien los memes?
A los memes no les importa si su mensaje es positivo o negativo. Son como virus: solo quieren propagarse.
Pero como seres humanos que crean y comparten estos memes, somos como biohackers que pueden usar nuestros poderes para el mal o para el bien. Estamos inyectando ideas en el cerebro de las personas: podemos convertirlas en virus o vacunas.
Pasos para crear un meme:
- Mensaje principal: un mensaje de una frase que es claro, práctico e inspirador.
- Puntos de mensaje: 5 a 10 puntos de mensaje que se pueden usar como base para publicaciones y redes sociales.
- Hashtags: 3-5 hashtags populares que podemos usar para insertar nuestro mensaje en redes como Twitter.
- Fortaleza del carácter: El componente crítico para crear buenos memes, estos son los 2-3 valores humanos positivos a los que recurriremos con este mensaje.
- Vinculaciones de la cultura pop: ¿Hay referencias cruzadas que podamos combinar?
- Disonancia cognitiva: ¿Hay algún elemento que haga que el cerebro se dé cuenta?
- Autoridad: ¿Existe algún elemento de «autoridad» que anime a la gente a copiar y compartir con fidelidad?
- Canales de publicación: ¿Dónde publicaremos este meme?
- Frecuencia de repetición: ¿Con qué frecuencia publicaremos este meme?
- Propagación viral: ¿Cómo fomentaremos que se copie y comparta, sin pedirlo explícitamente?
Un ejemplo de la vida real ayudará. Digamos que queremos difundir la idea de que «bitcoin es oro digital». Nuestros pasos aplicados podrían verse así:
Mensaje principal: Bitcoin es como una versión digital del oro: es valioso, escaso y mantendrá su reserva de valor a largo plazo.
Puntos de mensaje:
- Bitcoin es como el oro, pero más fácil de mantener. (Fácil de recordar).
- Valor total del oro: $7.5 billones. Bitcoin total: 21 millones.
- Haz las matemáticas. (Crea disonancia cognitiva, ya que algunas personas realmente harán los cálculos).
- Colocar “oro”. (Genera entusiasmo y anticipación).
Hashtags:
- #bitcoin
- #btc
- #bitcoingold
Fortalezas del carácter:
- Curiosidad
- Amor de aprender
- Mente abierta
Enlaces de cultura pop:
- Wolf of Wall Street (riqueza ostentosa)
- Emma Watson sonriendo (entendiendo a sabiendas el precio futuro de bitcoin)
- Jeff Goldblum (quizás subtítulos en el estilo de Jeff Goldblum jugando con «bitcoin de oro»)
Disonancia cognitiva: “Bitcoin” y “Gold” causarán disonancia tanto en los no creyentes como en los amantes del oro.
Autoridad: Las autoridades financieras tradicionales están comenzando a difundir el meme de “bitcoin como oro digital”. El fundador de Bridgewater Associates, Ray Dalio, ha calificado a bitcoin como una reserva de valor «similar al oro», y el Wall Street Journal acaba de publicar un artículo sobre la búsqueda de oro digital .
Canales de publicación: redes sociales + newsletter
Frecuencia de repetición: 2 veces por semana hasta el primer trimestre de 2022.
Difusión viral: escribiremos una serie de artículos sobre esta campaña de memes y pediremos a los suscriptores que creen los suyos.
Y después de todo esto, las personas comienzan a crear sus propios memes.
Los memes y el activismo
¿Pueden los memes influir en nuestros patrones de comportamiento en la vida real?
Si. Nathan Jurgenson acuñó el término: La falacia del dualismo digital, que señala que muchas personas piensan incorrectamente que sus vidas en línea y fuera de línea están separadas. Ese simplemente no es el caso. Lo que sucede en línea influye en nuestro comportamiento fuera de línea, mientras que nuestras vidas fuera del teclado dictan nuestras experiencias en línea. Solo hay una realidad.
Los memes peligrosos o los desafíos en línea que son cuestionables en el mejor de los casos y mortales en el peor. Son el ejemplo perfecto de cómo nuestros memes en línea informan nuestros patrones de comportamiento de la vida real con consecuencias negativas.
Como los memes participativos siguen siendo hipervisibles, debemos evaluar con cautela cuáles nos gustaría involucrar conscientemente, qué nos gustaría evitar con cautela y qué debemos denunciar para salvar vidas. Si somos lo que compartimos, entonces debemos determinar activamente en qué nos estamos convirtiendo.
Teniendo en cuenta la susceptibilidad actual, también debemos prepararnos para lo que pueda ser el desafío de los memes del mañana. Cuando a sabiendas nos avergonzamos o nos involucramos en un comportamiento que de otro modo sería irracional de forma aislada, debemos preguntarnos qué significa que estamos más dispuestos a participar si está en exhibición para que todos lo vean.
Los memes participativos han sido productivos, fomentando la participación de votantes, el activismo o la protesta. Pero el agujero negro de la sumisión de memes también existe en casos extremos, violentos e incluso maníacos.
¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para conformarnos? ¿Qué tan absurdos o radicales pueden volverse los memes de Internet? ¿Y tenemos los medios para resistir el impulso de ser absorbidos por el próximo desafío por el simple hecho de ser parte de algo?
Por ejemplo en México, existen varios movimientos que utilizan el lenguaje del meme para poder evidenciar situaciones o problemáticas sociales, por ejemplo, tenemos “Gatitos contra la desigualdad”.
Gatitos Contra la Desigualdad es uno de los diversos proyectos del INDESIG (Instituto de Estudios Sobre Desigualdad, A.C.). La iniciativa tiene por objetivo modificar las representaciones sociales que existen sobre las desigualdades y la justicia, comúnmente sustentadas en premisas erróneas, mediante comunicación de datos sencillos, verificables y de una manera divertida: Con muchas fotos de Gatitos. Miau.
Otro ejemplo es lo que hace la cuenta de “Técnicas de pobreza” que a manera de “broma” utiliza imágenes que no necesitan descripción para ser entendidas, es una máxima abstracción de un meme.
Conclusiones
- Mientras nuestros memes estén atados a la cultura, no conocerán límites, ya que la cultura es ilimitada.
- Si consideramos el alargamiento actual de la larga cola de la cultura y los creadores, es decir, más intereses de nicho atrayendo audiencias más pequeñas, comenzaremos a encontrar memes que son exclusivos de esas tribus. Esto puede dificultar la interpretación en el futuro.
- Nuestra «aldea global» y el conocimiento social que contiene se están desarrollando constantemente y, especialmente en la pandemia, estamos encontrando formas de conectarnos unos con otros que nunca creímos posibles, lo que incluye el uso de memes para participar en eventos que escalan de lo personal a lo global. Los memes ya no son simplemente artefactos de la cultura, sino la cultura misma, un lenguaje tan rico y diverso como nosotros. Después de todo, hicimos Internet e Internet nos hizo a nosotros.
- Dado el impacto significativo de los memes en la cultura, es nuestra obligación como creadores, curadores y distribuidores usarlos de manera cuidadosa y justa.
- Estudiar la cultura y el futurismo es tan difícil que la línea divisoria entre observador e influenciador es inexistente. Nos convertimos en lo que pronosticamos hasta cierto punto. Por esta razón, la representación y la inclusión en estos esfuerzos son fundamentales.
- Particularmente en lo que respecta a los memes, debemos ser muy conscientes de sí participamos o no de manera adecuada en el discurso en línea. Los memes pueden hacerte ganar una influencia social temporal, pero también pueden percibirse como frívolos y (con demasiada frecuencia) total y frustrantemente inútiles cuando te enfrentas a problemas reales y, a veces, el humor no siempre es la respuesta correcta.
- Recuerda: cualquiera puede publicar un meme, pero no todo el mundo debería hacerlo.
- Por último, los memes siempre tienen un mensaje subyacente, incluso si el creador no es consciente de ello. Por eso te animo a que desarrolles el hábito de analizar memes e intentarlos traducir a un lenguaje sencillo. Piensa en lo que realmente están diciendo.