¿Y si nos comportamos como un virus?

Hay mucho que aprender de la naturaleza desde lo macro hasta lo microscópico

Ya sabes que me encanta viajar primero al pasado para poder entender el contexto y plantear una hipótesis sobre lo que podría ocurrir en el presente y en el futuro.

Por un lado tenemos que la primera evidencia de la existencia de los virus se tuvo gracias a experimentos realizados que involucraban filtros con poros lo suficientemente pequeños para retener bacterias. En 1892, Dmitry Ivanovski usó uno de estos filtros para mostrar que la savia de una planta de tabaco enferma, permanecía contagiosa para la planta de tabaco sana a pesar de ser filtrada. Martinus Beijerinck nombró a la filtrada e infecciosa substancia un «virus» y su descubrimiento se considera que fue el inicio de la virología. 

Por otro lado, Otto Schmitt, un académico e inventor estadounidense, acuñó el término biomimética en 1950, para describir la transferencia de ideas de la biología a la tecnología. El término biomimética no entró en el Diccionario Websters hasta 1974 y se define como «la imitación de diseños o procesos biológicos naturales en ingeniería o invención». 

El término biomimética fue popularizado por la científica y autora Janine Benyus en su libro de 1997 “Biomimicry: Innovation Inspired by Nature. La biomimética o biomímesis se define en su libro como una «nueva ciencia que estudia los modelos de la naturaleza y luego imita o se inspira en estos diseños y procesos para resolver problemas humanos». Benyus sugiere mirar a la Naturaleza como un «Modelo, Medida y Mentor» y enfatiza la sostenibilidad como un objetivo de la biomimética.

Aprendiendo de los virus

Mientras que los seres humanos solo hemos estudiado la biomimética durante el último medio siglo, la tierra ha estado desarrollando métodos de vida eficientes durante más de 4 500 millones de años. Nuestro planeta es el maestro más antiguo y sabio que podríamos tener. Sin embargo, a lo largo de nuestra extremadamente corta historia no hemos estado exactamente de acuerdo con la tierra y esta situación se ve reflejada en cada una de las actividades que realizamos, el día de hoy me concentraré en los negocios.

La creación de productos y servicios innovadores, o la adopción de procesos internos innovadores, es generalmente un desafío complejo e importante para todas las  organizaciones. Además, como ya lo hemos comentado en otros artículos, este proceso  se ha vuelto más complejo en respuesta a la aceleración de los desafíos tecnológicos.

Es aquí donde entra mi comparación con los virus y del cómo podemos (o debemos) aprender de ellos, los virus se encuentran alrededor de nuestro entorno todo el tiempo esperando a que aparezca una célula huésped. Pueden entrarnos por la nariz, la boca o heridas en la piel. Una vez dentro, encuentran una célula huésped para infectar. Por ejemplo, los virus del resfriado y la gripe atacarán las células que revisten las vías respiratorias o digestivas. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el SIDA, ataca las células T del sistema inmune.

Independientemente del tipo de célula huésped, todos los virus siguen los mismos pasos básicos en lo que se conoce como ciclo lítico:

Lumen Learning

Dicho proceso está integrado por 6 pasos:

  1. Adsorción: Una partícula viral se une a una célula huésped
  2. Penetración: La partícula libera sus instrucciones genéticas en la célula huésped
  3. Transcripción: El material genético inyectado recluta las enzimas de la célula huésped
  4. Replicación: Las enzimas forman parte de más partículas de virus nuevas
  5. Integración: Las nuevas partículas ensamblan las piezas en nuevos virus
  6. Liberación: Las nuevas partículas se liberan de la célula huésped

A partir de estos 6 pasos te propongo otros 6 para intentar emular el comportamiento de un virus:

Paso 1: No quedarse inmóvil

Si estos pasos los trasladamos al mundo de los negocios podríamos reaccionar de mejor forma al cambio, por ejemplo, imaginemos que en este momento tu empresa se encuentra en una situación que tiene que enfrentar y no tiene opciones de no hacerlo.

La mayoría de las empresas lo primero que hacen es contraerse, recortar costos, recortar presupuestos, despedir a personas o en el peor de los casos se quedan estáticos esperando a que por arte de magia la situación se aleje o desaparezca.

Por su lado, fuera de su célula huésped, los virus son inertes o metabólicamente inactivos. Por lo tanto, el encuentro de un virión a una célula huésped apropiada es un evento aleatorio. La adsorción en sí es altamente específica, entre moléculas en el exterior del virus y receptores en la superficie de la célula huésped. Esto explica la especificidad de los virus para infectar solo tipos de células particulares o huéspedes particulares.

En pocas palabras el virus sabe que si no encuentra un huésped (una solución al problema) está condenado a morir y en lugar de quedarse estático, activa un efecto de aleatorización con información previa que posee sobre ciertos tipos de células y huéspedes. 

La primera lección es justo esa, no quedarse quieto, comenzar a pensar en diferentes soluciones con información que tengamos previa e incluso nueva, dicha información debe encontrarse en un repositorio al cual se pueda acceder fácilmente.

Paso 2: Probar diferentes combinaciones

Una vez que el virus completa el proceso de adsorción, puede acceder a la célula mediante diferentes mecanismos, algunos más complejos que otros. Por lo general, distinguimos varios mecanismos de penetración de los virus, dependiendo de la estructura del virión.

Esto es igual a intentar abrir un candado probando cientos de combinaciones, algo que pocos están dispuestos a hacer, todos quieren la combinación ganadora, la que funciona, la que resuelve a la primera, sin embargo tal fórmula no existe (y si existe por favor compártanla), así que la lección es que una vez que lograste encontrar una posible solución en el paso anterior, ahora debes tener la paciencia de probarla, eso sí, tendremos que hacerlo de manera ágil, tal y como lo hacen los virus.

Paso 3: Compartir

En esta fase, el virus se libera de las proteínas de la cubierta, dejando al descubierto su material genético. Dependiendo de la composición del virus, durante esta fase, el material genético puede mantenerse unido o no, a algunas proteínas víricas.

Esta es una de mis partes favoritas, «el virus deja al descubierto su material genético», no se anda con miedos de «me van a copiar», «es que otros lo van a hacer igual», lo hace porque sabe que esparciendo (compartiendo) su información es como va a lograr sobrevivir.

Así que recapitulando, una vez que tengas tu idea o ideas y las hayas probado una y otra vez, seguro obtendrás información muy valiosa, tanto de lo que salió bien como de lo que salió mal, no olvides documentarla y compartirla, es más, si no quieres compartirla con el exterior al menos compártela con los miembros de tu equipo para que todos están informados y no hagan esfuerzos dobles pero lo más importante, que sepan que todos van hacia el mismo lugar.

Paso 4: Multiplicar

La multiplicación del virus consta en la replicación de su material genético, en la transcripción de su mensaje en una molécula de ARN y en la traducción del mensaje para producir proteínas víricas, tanto las que formarán parte de la cápside como las proteínas enzimáticas necesarias para el ensamblaje de las piezas del virión.

Suena medio complicado, pero no lo es, lo que hace el virus es que una vez que ya se adaptó e hizo el lanzamiento de su información comienza a multiplicarse, lo que nos deja la siguiente lección: tu empresa debe funcionar en equipo y para ello deben tener muy claro cuál es el objetivo, además debe existir un ambiente idóneo y si tú eres el líder es tu deber propiciarlo y sino, es tu deber proponerlo.

Entre mejor esté el ambiente, mejor intercambio de ideas e información habrá, lo que provocará un efecto multiplicador (de contagio) que se verá reflejado interna y finalmente externamente.

Paso 5: Organizar

Tras la fase de multiplicación, en el interior celular podemos encontrar replicado el material genético vírico. De igual modo, el interior celular ya dispone de toda la batería de proteínas necesarias para poder formar nuevos viriones. 

Justo antes de la liberación de los viriones se produce el ensamblaje de los mismos. Este proceso consiste en la organización de todos los elementos presentes para formar la estructura del virión, que rodea el material genético vírico.

Este es un ejemplo maestro de organización y eso que los virus no han ido a ninguna escuela de administración; la lección aquí es muy clara, antes de cualquier lanzamiento necesitamos estar organizados casi al grado de la sincronización.

Paso 6: Transformar

Después de la multiplicación del virus tiene lugar la salida de los nuevos individuos, que saldrán con capacidad de infectar nuevas células. Las principales modalidades de liberación dan nombre a nuevas variantes de los virus.

El virus cambia, muta, se transforma, cada vez que infecta un nuevo huésped busca una nueva forma de combinación para salir más fuerte. Nunca regresa a su estado original.

Esto es algo valiosísimo en el mundo de los negocios, siempre queremos que «después de la tormenta venga la calma», el virus por el contrario se fortalece cada vez más y entre más difícil se vuelve el huésped más información posee y por lo tanto su nivel de evolución es mejor, cuando tú y tu compañía atraviesen una crisis no cometas el error de buscar regresar al estado anterior, busca cambiar, fortalecerte y seguir evolucionando.

Por último…

Usemos la biomímesis como una herramienta para la creatividad y la innovación, busquemos aprender de la genialidad de la naturaleza para comprender y emular formas, funciones, procesos y ecosistemas creando así nuevas soluciones.

Al final del día, lo interesante de aprender de la naturaleza es que está en todas partes, basta con ser buenos observadores, seguro encontraremos en ella muchas respuestas o al menos mejores preguntas.

 

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